El 4 de diciembre de 1980, a los 69 años, Walsh caminó sus últimos pasos por el estacionamiento de un centro comercial en Cleveland. Dos ladrones se acercaron, uno le disparó a quemarropa y la ex atleta falleció horas después. En la víspera del funeral, los resultados de la autopsia dejaron al mundo deportivo sin palabras: el cuerpo de Stella presentaba genitales masculinos y femeninos y una investigación más detallada encontró la presencia del cromosoma Y. De inmediato se puso en duda la validez de sus logros atléticos; los clevelanders pasaron de de la sorpresa, al estupor y finalmente a la indignación. ¿Su heroína olímpica era un hombre? ¿los había engañado a todos?. En sus conclusiones, el forense –quizás consciente del ambiente cargado de hostilidad- añadió: “Stella Walsh vivió y murió como mujer…social, cultural y legalmente, hasta los 69 años”. La controversia respecto de su identidad sexual, continúa…
Stanisława Walasiewicz nació en Polonia pero se crió en Cleveland desde la infancia. Sus talentos atléticos se hicieron evidentes muy temprano; tenía sólo 16 años cuando ganó la primera competición, aunque no pudo aceptar el premio porque todavía no era ciudadana estadounidense. Igual, la carrera para ella, había comenzado. En 1933, en Poznan, Polonia, ganó cinco medallas de oro en los 60, 100, 200, 400 m y salto de longitud. ¡Rompió dos récords mundiales en un solo día! En 1935 logró el récord mundial de los 200 m con 23´6 en Varsovia y sería la primera mujer en la historia que bajaba de 24 segundos (1).
Muy digna y aguerrida se mostró en los Juegos Olímpicos de Berlín, en 1936. Stanisława, representando a Polonia, fue vencida por la estadounidense Stephens (2) y tuvo que conformarse con la medalla de plata. Su última gran competición internacional, antes de la II Guerra Mundial, fue en París, en los Campeonatos de Europa de 1938 donde fue estrella indiscutible y ganadora en los 100 y 200 m. Finalmente en 1954, con 44 años cumplidos y para retirarse a lo grande, ganó el título nacional de pentatlón en Estados Unidos. En 1947 Stanisława Walasiewicz había obtenido la ciudadanía estadounidense.
Su nombre fue “americanizado” como Stella Walsh y se casó con el boxeador Neil Olson. El matrimonio duró poco tiempo. “Me siento infernalmente estúpido” declaró Olson a un periodista, cuando estalló el escándalo por la sexualidad de su ex mujer. Dijo que él y Walsh sólo habían tenido relaciones sexuales “un par de veces” y “ella no me dejaba tener las luces encendidas”. Stella Walsh –como prefirió llamarse hasta su muerte- pasó el resto de su vida en Cleveland, trabajando para el departamento de parques de la ciudad.
Si bien el gran público fue olvidando sus hazañas deportivas, la gran comunidad polaca, seguía considerándola una verdadera ídola, incluso un centro de recreación en la ciudad, lleva el nombre de Walsh en la actualidad. El 4 de diciembre de 1980 –día en el que Stella falleció trágicamente- nevaba copiosamente en la Ciudad Bosque. La fiscalía dijo que Walsh intentó defenderse del robo y por eso, la asesinaron. De todas formas, en aquellos fríos días, la búsqueda de los criminales fue lo menos importante para los medios de difusión. Dimes, diretes, especulaciones, desprestigio, morbo y trato cruel hacia la fallecida campeona, continuaron durante varias semanas hasta que el médico forense local, presentó sus conclusiones oficiales. Walsh tenía una mezcla de cromosomas masculinos y femeninos; aunque no tenía órganos reproductores femeninos, poseía senos, un pene subdesarrollado que no funcionaba y una abertura urinaria anormal. ¿Era una mujer? A pesar de la afirmación médica, Stella Walsh había perdido su identidad sexual, ante el mundo. (3)
El tema, por supuesto, siguió resonando. El Comité Olímpico Internacional se negó a reabrir el caso, argumentando que cuando Walsh fue atleta olímpico “no había pruebas de verificación de género” disponibles. La cuestión acerca de si Stella tuvo ventajas atléticas respecto de sus competidoras, tampoco quedó clara. Los expertos opinaron que probablemente su cuerpo fuera incapaz de producir andrógenos, quizás sólo pequeñas cantidades de testosterona, y en todo caso, se encontraba en una situación de desventaja en comparación a las otras mujeres. La peripecia de Stella Walsh, sin embargo, no fue única en los deportes diferenciados por sexos. Más acá en el tiempo, la hindú Santhi Soundarajan (4) y la sudafricana Caster Semenya, entre otras, debieron esperar el resultado de las pruebas de verificación de género, para ser definidas como “mujer” u “hombre”…sólo dos casilleros, dos etiquetas posibles para su identidad.
Nota: Aparentemente la condición sexual de Walsh fue un caso de “Intersexualidad” ,hermafroditismo masculino, anatomía mixta o “feminización testicular”.
1) Este récord se mantendría vigente durante 17 años, hasta que fue batido por la australiana Marjorie Jackson en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952.2) En una ironía de la vida, fue Helen Stephens por sus “trancos masculinos” quien fue sometida a un examen ocular para confirmar su identidad sexual en esa competencia.
3) Los documentos de sus primeros años, incluida la partida de nacimiento dicen claramente que era una mujer. Walsh no tuvo acceso a los esteroides en su vida.
4) En los Juegos Asiáticos de 2006, le fue retirada la medalla de plata a Santhi Soundarajan en la carrera de 800 m después de fallar en una prueba de cromosomas.
Fuentes y notas relacionadas.
. Taylor, Paul. Jews and the Olympic Games: The Clash Between Sport and Politics . Pag. 87
. Jones, Steve. The .Descent of Men
. Entine, Jon.Taboo: Why Black Athletes Dominate Sports And Why We're Afraid To Talk About It. Pág. 295
. Disforia de género
. “Sin Etiquetas” Laura Saldivia
. Identidad Sexual
. Identidad de género