Mary Roberts Rinehart- conocida como la Agatha Christie americana a pesar de que su primera novela de misterio, esta que os traigo hoy hasta aquí, se publicase catorce años antes de El misterioso caso de Styles, la primera de la escritora británica- nació en Pensilvania en 1876 y murió en la ciudad de Nueva York en 1958. Aunque sus obras más reconocidas sean las adscritas al género policíaco, Rinehart no se limitó a este tipo de historias sino que sus escritos incluyen también novelas cortas de temática variada, poemas, ensayos, obras de teatro, libros de viajes,... Fue incluso corresponsal de guerra para el The Saturday Evening Post durante la Gran Guerra. The Man in Lower Ten, que podría traducirse en castellano El hombre de la litera diez (dejando a un lado el matiz de que 'lower' implica que la litera era de las de abajo) fue, como digo, su primera novela policíaca- se publicó en 1906- y un gran éxito, aunque su primer gran bestseller sería The Circular Staircase, publicada dos años después. Éxito muy bien venido pues, entre otras razones, Mary Roberts se inició en la escritura por los apuros económicos que estaba sufriendo la familia, al perder todos sus ahorros en la caída de la bolsa de 1903.
Mary Roberts Rinehart
Lawrence Blakely resulta, sin lugar a duda, un narrador muy atractivo, no solo por ese humor que ya he mencionado, sino por su combinación de chispa, candidez, algo de ironía y buen corazón. Un buen tipo."I am unmarried, and just old enough to dance with the grown-up little sisters of the girls I used to know. I am fond of outdoors, prefer horses to the aforesaid grown-up little sisters, am without sentiment and completely ruled and frequently routed by my housekeeper, an elderly widow"
("Estoy soltero, y soy joven todavía para bailar con las hermanas pequeñas de mis amigas de la infancia. Soy aficionado a las actividades al aire libre, prefiero los caballos a las mencionadas hermanas pequeñas, no tengo ataduras sentimentales y vivo completamente gobernado y con frecuencia tiranizado por mi ama de llaves, una viuda ya mayor.")
El contrapunto a este carácter suyo lo pondrá en numerosas ocasiones su buen amigo y socio en el bufete, McKnight, menos ingenuo, en cierto modo, y un poco más cínico.
Vagón Pullman de la época
La investigación que debe librar a Blakely de la acusación de asesinato y llevar al hallazgo de los documentos, se torna para Lawrence en algo más personal, y sentimental, con el paso del tiempo y las revelaciones que va haciendo. Los frecuentes cambios de escenario que su investigación hace necesarios aceleran la historia, que tiene un ritmo vertiginoso, y llevan a la introducción de numerosos personajes que van configurando la trama y sub-tramas de esta historia. Otros atractivos indudables de El hombre de la litera diez, vienen a ser la ambientación, el poder pasear y sumergirnos en el Washington de los primeros años del siglo pasado (con su clasismo y racismo también), así como viajar y pernoctar en los famosos Pullman, los lujosos vagones de largo recorrido usados en la época por la clase adinerada. Como veis- viajes en tren, robo, asesinato, chantaje, romance, humor...- esta primera y entretenida novela de Mary Roberts Rinehart no tiene desperdicio. Desgraciadamente solo está disponible en inglés hasta que alguna editorial española se anime a su traducción. Pero, si queréis leer algo de Mary Roberts Rinehart en castellano, os recomiendo la mencionada La escalera de caracol, publicada por Alberto Santos Editor.