La esperada nueva película de Anderson, que realiza filmes cada cinco o seis años, llegó precedida por una serie de polémicas y controversias en su retrato de "El Maestro", un personaje encarnado por Philip Seymour Hoffman, y que es en realidad el fundador de la Cienciología.
Ese personaje aparece como un americano intelectual y carismático que se vuelve popular en los años cincuenta gracias a discutibles métodos para salvar a las almas perdidas, entre ellos la hipnosis, la regresión, el revivir el trauma obsesivamente y la creencia de que vivimos desde hace millones de años, todos métodos elaborados con lucubraciones pseudocientíficas.
"Es la historia de un amor entre dos hombres, no tanto como padre e hijo, o amo y esclavo, sino como el amor de sus vidas", explicó escuetamente Anderson, cuya película transmite al espectador angustia, rabia, impotencia. Esos mismos sentimientos son los que azotan a Freddie (Joaquin Phoenix), un errático borrachín y ex combatiente de la Segunda Guerra Mundial, que se convertirá en la mano derecha de El Maestro.
"El personaje de El Maestro se inspira en efecto en Ron Hubbard, fundador de la Cienciología en la época que retrata el filme: los años cincuenta", reconoció Anderson, quien confirmó que la película fue vista por Tom Cruise, protagonista de uno de sus filmes más famosos, "Magnolia", y conocido militante de la célebre secta que recluta estrellas de Hollywood. Al parecer, el filme disgustó al actor. "Aún somos amigos. Lo demás queda entre nosotros", subrayó el realizador.
Ciertamente, la película hace una clara alusión a la Cienciología, porque contiene anécdotas y detalles muy similares a la historia de su fundador. La inventada historia de amor no disimula en exceso ese fondo histórico; de ahí la fuerte controversia suscitada por el filme, sobre todo en su duro retrato del culto de la personalidad.
Con la vida de El Maestro, "escritor, doctor, físico nuclear, filósofo y teorético", como se presenta a sus adeptos, el director logra sumergir a los espectadores en el lado oscuro de la psicología humana, en la necesidad de contar con una guía, una familia o una religión como tabla de salvación.