Pues, contra todo pronóstico, me ha gustado esta primera temporada de The Mist (La Niebla). La verdad es que tenía muy pocas esperanzas puestas en ella habida cuenta de algunas de las críticas negativas que se habían publicado de gente que había visto los primeros capítulos y de que, salvo honrosas excepciones, las adaptaciones de obras de Stephen King no suelen ser precisamente productos de buena calidad.
Sin embargo (y tal vez eso sea lo bueno) The Mist no es una adaptación propiamente dicha de La Niebla, la conocida obra del escritor de Maine, sino que toma como base el mismo punto de partida pero después fluye por caminos diferentes, con algunas tramas que no aparecen en el libro, uno de los más cortos de King.La serie resulta bastante entretenida y, a mi al menos, engancha casi desde el principio. Además, son únicamente diez capítulos, por lo que es fácil verla casi del tirón. Las subtramas que se van creando resultan bastante interesantes (unas más que otras. Alguna como la que se desarrolla en el hospital me ha sobrado) y sirven para demostrar una vez más que, sean cuáles sean los terrores que puedan asolarnos, sean cuales sean las amenazas o los monstruos que nos acechen, el verdadero monstruo al que todos debemos temer y que es capaz de las mayores atrocidades es el propio ser humano. Y cómo este, en situaciones límite, es capaz de llevar a cabo las acciones más inauditas.