The New Raemon desnuda su alma en ‘Ausencias’

Publicado el 16 noviembre 2012 por El Ninho Naranja @NinhoNaranja

Si a uno le dicen que Ramón Rodríguez, The New Raemon, se ha lanzado con una novela gráfica, uno no sabe si va a tratar de superhéroes extraños o de las tinieblas de su propio ser. El músico y productor escribe en ‘Ausencias’ una historia autobiográfica sobre los ataques epilépticos que ha sufrido desde pequeño, mientras su amiga, Cristina Bueno, le pone trazos y color a la que es una obra aclarativa, entretenida y de obligada lectura para fans del músico.


Tal vez el impulso de Ramón por este proyecto, editado por Astiberri, se debe a medias por la gran pasión que siente por el mundo de los tebeos y la ilustración en general, como a la vez por inmiscuirse en un proceso de catarsis con su propio yo y vencer esas pequeñas rencillas con uno mismo. Ya digo, saber a ciencia cierta lo que pasa por la cabeza del músico es difícil, lo que no hay duda es que el trabajo en equipo se ha salido y para bien. Un debut para ambos totalmente positivo. Ramón enfrenta a sus propios miedos y los traduce en relatos sobre sus propios ‘yos’ y Cristina encuentra una oportunidad fantástica para lucirse como una ilustradora con gran proyección.

Pero ‘Ausencias’ posee en su interior un arma de doble filo. Me explico. Puede verse como la novela gráfica que es: entretenida, amena y, en parte, tierna. O también, como el tebeo que querría leer cualquiera que sufra epilepsia o necesite aclarar dudas sobre esta enfermedad. Por tanto, su fin pedagógico está ahí como a su vez aparecen otros temas o rasgos de personalidad del autor.

Desde el principio, Ramón va destapando al lector su identidad, su yo de la infancia. El primer contacto con el universo de las ausencias. La visita a doctores. Las pruebas periódicas y los tratamientos. Su precoz inclinación por la música y su voraz afán por el cine de terror en aquellas largas noches sin dormir antes de acudir a los controles médicos. Los amigos de infancia. Las peleas entre hermanos. Las pérdidas. El valor de la familia.

Todo está en las pocas páginas que conforman este tomo y son leídas con brevedad mientras todos los jeroglíficos de sus canciones van despertando y cobrando forma. Ramón también nos habla y de una manera muy importante de su mutismo, del sentimiento de ser raro pero también de la prolífica creatividad de este incansable compositor que encuentra una explicación en esta obra. Y también encontramos un porqué (¿por qué no? Valga la redundancia) a la cuidada laboriosidad de sus discos y videoclips. Si no la has leído y te interesa, puedes echarle un vistazo al proceso creativo y a algunas viñetas aquí. Y si la has leído y te ha gustado debo decirte que Ramón Rodríguez le está cogiendo gustillo a esto del cómic y ya está inmerso con el dibujante José Ramón Grela en un nuevo proyecto titulado ‘Alfa, Beta, Bronson’ que verá la luz pronto.