Iain Stott, el cinecrítico y bloguero británico, ha atacado de nuevo. El año pasado nos propueso a varias decenas de críticos profesionales y blogueros de todo el mundo que confeccionarámos una lista "más allá del canon", es decir, alejada de las cintas más conocidas de los autores más encumbrados. Los resultadosfinales de ese ejercicio están por aquí y mi lista "más allá del canon" está por acáSin embargo, previsiblemente, el ejercicio de alejarse del canon no fue tan "revoucionario" como podía suponerse: al final de cuentas, regresamos a terrenos antes visitados.
Esta vez, Stott nos ha propuesto un ejercicio más restrictivo: elegir 30 filmes de una lista previa de 255 cintas que muchos de nosotros hemos defendido, sea porque son menos conocidas, más o menos olvidadas, acaso subvaloradas. Más aún: Stott nos pidió que, además de elegir esa treintena de películas propusiéramos cada uno de nosotros otras diez cintas más, con la única condición de que cada uno de los filmes de ese decálogo no tuviera más de mil votos en la Internet Movie Database. Es decir, se trata de dar a conocer películas valiosas que una inmensa mayoría no tiene idea de que existen.
En lo personal, debo confesar que me gusta que me impongan reglas pero me gusta más aún romperlas. Así que en lugar de 30 cintas, elegí sólo 20 y en lugar de proponer 10 nuevas cintas, elegí sólo 5 y todas mexicanas. El criterio para elegir estas cinco películas nacionales fue simple: son los filmes que le hubiera recomendado, a bote pronto, a cualquier cinéfilo extranjero que me hubiera pedido una rápida recomendación de cine mexicano.
Va pues, mi lista de 20 películas "oscuras", "olvidadas" y "no amadas" (por el rígido canon fílmico, aclaro), más el pilón de cinco filmes mexicanos clásicos que todo cinéfilo extranjero debería revisar, en estricto orden alfabético de cada director:
De la Vida de las Marionetas (1980), de Ingmar Bergman.
Un Sombrero de Paja de Italia (1928), René Clair.
Voces Distantes, Aún Vivas (1988), de Terence Davies.
Regreso a Casa (2001), de Manoel de Oliveira.
Mikael (1924), de Carl Theodor Dreyer.
Varieté (1925), de E. A. Dupont.
¡Qué Viva Mexico! (1932), de Sergei Eisenstein.
La Caída de la Casa de Usher (1928), de Jean Epstein.
La Tierra del Silencio y la Oscuridad (1971), de Werner Herzog
La Ciudad de la Tristeza (1989), de Hsiao-hsien Hou.
Y la Vida Sigue (1991), de Abbas Kiarostami.
La Condición Humana, I, II y II (1959-61), de Masaki Kobayashi.
Make Way for Tomorrow (1937), de Leo McCarey.
Una Tarde de Otoño (1960), de Yasujiro Ozu.
El Fin de la Primavera (1961), de Yasujiro Ozu.
Madre (1926), de Vsevolod Pudovkin.
Providence (1977), de Alain Resnais.
La Felicidad (1965), de Agnès Varda.
Bellissima (1951), de Luchino Visconti.
Esposas Tontas (1922), de Erich von Stroheim
Y las cinco cintas mexicanas, en orden cronológico:
El Compadre Mendoza (1933), de Fernando de Fuentes
Vámonos con Pancho Villa (1935), de Fernando de Fuentes.
Los Hermanos del Hierro (1961), de Ismael Rodríguez.
Canoa (1975), de Felipe Cazals.
Cadena Perpetua (1978), de Arturo Ripstein.