Cuando Felix (Jack Lemmon) se separa de su esposa, va a pedirle consejo a su compañero de póker, Oscar (Walter Matthau). Dado que Oscar está divorciado, él le sugiere a Felix que se mude a su departamento. Suena como el plan perfecto excepto por un pequeño problema: Felix está obsesionado con la limpieza mientras que Oscar tiene una inclinación hacia el desorden. Sin duda esta no será una convivencia tranquila.
“The Odd Couple” está basada en la obra del mismo nombre escrita por Neil Simon, la cual fue estrenada en 1965 en Broadway con gran éxito. Según Simon, su obra estaba basada en las vivencias de su hermano Danny cuando este se fue a vivir junto con el agente cinematográfico Roy Gerber, luego de que ambos se divorciaran. Sin embargo, James Robert Parrish, quien escribió la biografía de Mel Brooks, “It´s Good to be the King”, asegura que la obra surgió luego de que Simon observara a Brooks, quien tras separarse de su primera esposa, se fue a vivir por tres meses con el escritor Speed Vogel. Según Vogel, Brooks sufría de insomnio, tenía ataques paranoicos y un problema de azúcar que lo tenía al borde de la locura. En la versión teatral, Matthau era el encargado de interpretar a Oscar (papel que le valió un premio Tony al mejor actor dramático), y Art Cagney interpretaba a Felix. Sin embargo, cuando comenzó el casting para la adaptación cinematográfica, los ejecutivos de la Paramount tenían pensado contratar a Frank Sinatra y a Jackie Gleason para interpretar a la dupla protagónica.
Tras saber esto, Matthau se acercó al productor Howard Koch, uno de los jefes al interior de la Paramount, y le preguntó si quería ser recordado como la persona que arruinó la adaptación de “The Odd Couple”, una de las posesiones más preciadas del estudio en aquel entonces. Gracias a esto los ejecutivos recapacitaron y contrataron a Matthau para interpretar a Oscar. Sin embargo, consideraron que Art Cagney no era un actor lo suficientemente famoso como participar en el film, por lo que decidieron buscar a otro actor. Eventualmente, uno de los productores recordó el éxito que había tenido la dupla conformada por Matthau y Jack Lemmon en la cinta “The Fortune Cookie” (1966), razón por la cual el papel de Felix le fue cedido a Lemmon. Curiosamente, Matthau quería interpretar a Felix debido a que él no se sentía identificado con Oscar. De hecho en una ocasión declaró: “Yo no soy un vago. Mi ama de llaves dice que soy el hombre más prolijo para el que ella ha trabajado”. La dupla Matthau-Lemmon protagonizaría un total de once cintas, siendo en su gran mayoría comedias. La obra sería adaptada por el mismo Simon, razón por la cual el guión es bastante similar al de la versión teatral, con la única diferencia de que para el film, Simon escribió varias escenas que ocurren en distintas locaciones de Nueva York.
“The Odd Couple” es el perfecto ejemplo de lo que se conoce como “películas de amigos”, en las cuales una pareja de actores logra tal complicidad que su mera presencia en la pantalla basta para que la cinta funcione. Generalmente las “películas de amigos” se centran en el encuentro casual entre dos tipos de personas radicalmente diferentes, las cuales eventualmente terminan siendo amigas (como lo que sucede en “Lethal Weapon” con los personajes de Mel Gibson y Danny Glover). Sin embargo, en este film tenemos a Oscar y Felix, quienes ya siendo amigos, se ven involucrados en circunstancias que los llevan a vivir juntos, lo que eventualmente puede llegar a destruir su amistad. De hecho, gran parte de la gracia de esta cinta reside en la tensa relación que comienza a tener la pareja protagónica. Pese a que Oscar sabe que Felix es un hipocondriaco maniático de la limpieza que no puede quedarse quieto, de todas formas le abre las puertas de su desastroso departamento. Por otro lado, Felix está consciente de que Oscar es un tipo que es capaz de limpiar una mancha de cerveza con un pedazo de pan antes de ir a buscar un paño, pero se muestra tan conmovido por el gesto de su amigo que acepta quedarse con él.
Pese a que la historia es increíblemente simple, esta logra captar la atención del espectador durante todo el transcurso de la cinta. El humor proviene de lo mundano, de las situaciones de la vida diaria que ocurren al interior de un matrimonio. Y es que en un determinado momento de la cinta, de manera involuntaria Felix asume el rol de la esposa abnegada, mientras que Oscar interpreta el rol del esposo insensible. Mientras que a Felix le preocupa el aseo del departamento y la planificación de la cena, a Oscar le preocupan los deportes y la partida de póker semanal con su grupo de amigos. Por ejemplo resulta sumamente divertido ver como en una escena, Felix increpa a Oscar por llegar atrasado a la preparación de una cena que este último planificó junto a una pareja de hermanas inglesas. Eventualmente, la pareja de amigos comienza a revivir las situaciones que los llevaron a sus respectivos divorcios, razón por la cual su distanciamiento parece inminente.
Las actuaciones en general son realmente estupendas. Matthau y Lemon conforman una de las grandes duplas cinematográficas de la historia del cine. Su actuación es tan sobresaliente, que por momentos da la impresión que sus personajes se conocen hace años, razón por la cual su amistad parece inquebrantable incluso en los momentos más difíciles. Por otro lado, la totalidad del elenco secundario realiza un trabajo destacable. Los actores John Fielder, Herb Edelman, David Sheiner y Larry Haines, quienes interpretan a los compañeros de póker de los protagonistas, participan en un par de escenas bastante cómicas que ayudan a reflejar el cambio experimentado en el hogar de Oscar tras la llegada de Felix. Lo mismo sucede con las escenas en las cuales participan las hermanas Pidgeon, interpretadas por Carole Shelley y Monica Evans, quienes pasan de ser juguetonas y provocativas, a un mar de lágrimas a causa de la autocompasión de Felix durante una cita en el departamento de Oscar. Además la cinta cuenta con un buen trabajo de fotografía de Robert B. Hauser, el cual es complementado con la más que adecuada banda sonora compuesta por Neal Hefti.
“The Odd Couple” se destaca por presentar una historia sencilla, la cual es relatada de manera tan inteligente que esta no solo logra entretener al espectador sin problemas, sino que también se transforma en un relato atemporal, razón por la cual esta cinta es considerado por muchos como uno de los grandes clásicos de la comedia. Al mismo tiempo, es evidente que el film no hubiese funcionado de la misma forma sin la presencia de Matthau y Lemon, quienes se fusionan de manera perfecta con sus personajes. La cinta por momentos es bastante teatral, lo que no le resta encanto a la producción. Aparentemente, el director Gene Saks prefirió asegurarse con una fórmula ya probada en Broadway en vez de pedirle a Neil Simon que escribiera un guión que le proporcionara un tratamiento más cinematográfico de la historia. Sería tal el éxito de “The Odd Couple” (que dicho sea de paso recibió una nominación al Oscar al mejor guión adaptado), que dos años más tarde se realizaría una serie de televisión que estaría compuesta por cinco temporadas, la cual estaría protagonizada por Tony Randall y Jack Klugman. Treinta años después de la cinta original, Matthau y Lemmon se reunirían para filmar “The Odd Couple II” (1998), la cual sería notoriamente inferior a la primera entrega. En definitiva, estamos a mi gusto ante una de las mejores comedias de los sesenta, y ante tal vez la mejor colaboración entre esa dupla dorada compuesta por los ya fallecidos Walter Matthau y Jack Lemmon, razón por la cual vale la pena echarle una mirada.
por Fantomas.