En los 90 en particular, la religión cristiana sirvió como elemento de inspiración para varias películas de género que encontraron en la base del Antiguo y Nuevo Testamento, no solo la palabra de Dios, sino también en donde cimentar un terror primigenio que se basaba en la espiritualidad y en lo sacra para generar un miedo en el espectador en torno a lo desconocido de la religión más popular del mundo. Ahora, un par de décadas después, parece ser que el Judaísmo sirve como relevo temático religioso, basado en algo aún más terrorífico: el desconocimiento sobre la palabra de Abraham y sus adeptos. Como si de repente no conocer una cultura o una religión, fuese suficiente para crear en torno a ellas un sin fin de leyendas folclóricas que pretenden infundir terror en el espectador más agnóstico.
Siguiendo la tradición (y obvia fuente de inspiración) marcada por The Vigil (Keith Thomas, 2019) Oliver Park intenta crear el cuento perfecto de terror religioso en The Offering. Un film escrito por Hank Hoffman sobre una leyenda conocida como “la roba niños”, algo que se diluye en un entramada de palabras y rezos en torno a algún pasaje prohibido de la Torá, que intuyo es inventado, para sumir a un desarraigado hijo de familia que retorna al negocio y vivienda familiar junto a su mujer embarazada con una doble intención. Acusado por las deudas y varios impagos, a menos de una semana de que le embarguen su casa, Art se las ingenia para poner la funeraria familiar como aval para el banco y así no perder su casa. Pero el problema empieza a ser mucho más importante que su economía, cuando sin quererlo y sin saber muy bien cómo, ayuda a liberar a un demonio asociado a una niña fantasma en busca de nuevas almas.
The Offering por momentos funciona bien como película de género con ecos de folk horror religioso, pero se pierde en unos ritos inexplicables y en una trama que hace aguas cuando no sabe conectar bien unos elementos sobrenaturales con otros ¿Quiénes están vivos y quiénes muertos? ¿El demonio acaso puede adoptar la forma que quiera? ¿y cuál es su relación con la fantasmagórica niña que aparece acompañada de baratos jump carers cada dos por tres? El film no sustenta bien su trama principal y para el espectador resulta ligeramente confuso conectar los elementos en torno a una leyenda, que podría resultar tan efectista y funcional como la de “La llorona”, pero que juega a hacerse más interesante de lo que honestamente es.
Oliver Park se basa en los principios más habituales y manidos del género de terror asociado a las películas de videoclubs más básicas, para tratar de crear una atmósfera de terror. Pese a que los sustos más fuertes de esta película se basan en un cubo que de repente cae al suelo o una puerta que se cierre dando un fuerte portazo. Generando en el espectador un constante deja vu que alcance su máximo nivel en un desenlace más trillado que la propia premisa.
The Offering es un entretenimiento digno y si no has visto mucho cine de terror sobre temas religiosos, religiones desconocidas etc puede resultar mínimamente interesante, pero no os dejéis engañar, esta historia es la misma que nos han contado otras cien veces y en raras excepciones ha acabado por dar miedo.
Unas interpretaciones desiguales y un ritmo que va de más a menos, no ayudan mucho al visionado del film. Es una película de terror convencional aceptable, pero que olvidarás nada más acabar de verla.