Así es, tras prácticamente una década de preparación, "The Prodigies," adaptación en película de animación en imagen 3D relieve de la novela de culto de Bernard Lenteric, "La noche de los niños reyes," llega por fin a las pantallas galas, ni más ni menos que a 280 salas de Francia. Aunque no tiene el apoyo unánime de la crítica, el largometraje realizado por Antoine Charreyron y presentado en el marco de las sesiones escolares del reciente Festival de Cannes, no deja de ser una obra asombrosa y radical tanto en el plano de la atmósfera de oscuridad de la narración como en la originalidad del grafismo y de la animación fundada sobre el procedimiento de la captura del movimiento (Mocap).
En el momento de adquirir los derechos de la novela en 2002, Fidélité Filmscontemplaba una transposición en toma de vistas reales de esta historia de adolescentes dotados de una inteligencia fuera de lo común, perseguidos y en rebelión destructora contra el orden establecido. Pero la violencia de la intriga y el coste de un rodaje en Nueva York planteaban problema. En 2007 se decidió optar por la animación para alcanzar una violencia más elíptica e insertar elementos de cine fantástico (más allá de su fabulosa inteligencia, estos jóvenes prodigios tienen también el poder de controlar el cuerpo de los otros).
Al desear un estilo entre cómic estadounidense y manga japonés, los productores contrataron a dos destacados dibujantes de Marvel (Humberto Ramos y Francisco Herrera) para trabajar en los diseños de los personajes, y confiaron el universo visual a Viktor Antonov (profesional de renombre en el sector de los videojuegos, particularmente con Half Life 2). Este último decidió inspirarse, en particular, de The French Connection, Malas calles y Taxi Driver, pero también en cuadros de Edward Hopper. Varios conceptos se impusieron también en la narración (guión de Matthieu Delaporte y Alexandre de la Patellière) como los decorados que se difuminan cuando las emociones de los personajes son muy intensas. La producción decidió finalmente realizar la animación en Mocap (captación del movimiento) para conservar el impacto y la dinámica de los actores humanos sin limitación de hiperrealismo. El resultado es una película desigual a la estética innovadora. Os dejamos con su tráiler.