The Raid 2: Berandal
Año:
2014
Fecha de estreno:
No Disponible
Duración:
148 min
País:
Indonesia
Director:
Gareth Evans
Reparto:
Iko Uwais, Arifin Putra, Alex Abbad, Oka Antara, Tio Pakusodewo, Julie Estelle, Yayan Ruhian, Cecep Arif Rahman, Cok Simbara, Very Tri Yulisman, Ken'ichi Endô
Hace unos tres años, Gareth Evans sorprendió al mundo del cine, y de las artes marciales en particular, con la exitosa The Raid. De ahí a esperar su secuela era cuestión de tiempo. Lo que pocos saben es que, realmente, el guión de The Raid 2: Berandal existía antes que su antecesora, pero dado que requería mayor financiación, se decantó a hacer primero The Raid, película que prácticamente todo acontecía en un rascacielos. La primera costó un millón de dólares (y acabó recaudando cuatro a nivel internacional) y, en cambio, The Raid 2 ha costado tres millones. Ambos son presupuestos bastante pequeños, pero que Evans sabe exprimir hasta el último céntimo.
El Pencak Silat es el arte marcial que se emplea en ambas películas, propio de Malasia e Indonesia, quizás no muy popular entre el público en general, pero que dentro de los deportes y las artes marciales goza de buena reputación. De hecho, el director Gareth Evans fue quien descubrió a Iko Uwais, la estrella de las dos The Raid, mientras grababa un documental en una escuela de Silat.Uwais es el encargado (junto a Yayan Ruhian, que tiene breves papeles en las dos películas) de las coreografías de las peleas, lo que viene siendo el 50% de la esencia de la película. De hecho, me imagino a Evans diciéndole algo así como “tú imagina y crea, que yo ya me las apañaré para capturarlo todo en la cámara”.Y, sin duda, aunque no sea muy dado al género, caer rendido ante este espectáculo es de lo más normal. Pura orquesta sinfónica de patadas y puñetazos, con un estilo bien marcado y capturando la belleza del arte marcial y mosntando verdaderas batallas campales entre mafias. Sí, porque si en The Raidse veía como un edificio estaba conquistado por un pequeño grupo mafioso, en Tha Raid 2salimos a las calles, donde las bandas manejan en cotarro a sus anchas y nuestro héroe deberá infiltrarse para irlas desmantelando.
Los enamorados de la primera entrega están de enhorabuena, pues esta secuela es más pretenciosa, con mayores peleas, una historia más elaborada (aunque no deja de ser un revestimiento vistoso para ganar cierto trasfondo) y, desde luego, coreografías más elaboradas y deslumbrantes. Desde la pelea en el barro en la cárcel, las persecuciones de coches (que dejan en ridículo a las de Michael Bay), las presentaciones de la Hammer Girl, Baseball Boy y The Assassin o las posteriores peleas de Rama con ellos, todas se graban en la retina al instante.Es curioso el detalle de que Julie Estelle (Hammer Girl) cuando entró en el proyecto no tenía ni idea de artes marciales y tuvo que instruirse en el Silat básico durante seis meses. Sin duda, o aprendió muy bien o lo disimula de lujo.
La fotografía danza al son de los luchadores, moviéndose con ellos y sometiéndose a su voluntad. Da gusto ver una realización así, alejada de las mareantes peleas hollywoodienses. Aquí, siempre se mantiene al filo de sobrepasar lo humanamente perceptible pero sin caer en ello, captando al completo los golpes y movimientos y logrando planos secuencia dignos de aplauso, como ocurrió en numerosas ocasiones en la gala de clausura del Nocturna 2014. Además, no hay nada ficticio, los golpes son reales. Uwais y los otros luchadores aprendieron a controlar su fuerza y velocidad para que todo pareciera lo más real posible en la pantalla. Y, desde luego, el objetivo está conseguido.
7,5/10