Resulta que me vi la Película completa en youtube de “El Lector” y me pareció fascinante, pero luego me empezó a intrigar el libro escrito por Bernhard Schlink y quedé con resaca literaria.
Lo leí en un lector electrónico, la lectura fue de dos días porque me quedé prendida a él, es un libro extraordinario, de una rapidez de lectura pocas veces encontradas. Una historia de amor hermosa, (no sé si era amor) con personajes únicos.
Sinopsis:
Michael Berg tiene quince años. Un día, regresando a casa del colegio, empieza a encontrarse mal y una mujer acude en su ayuda. La mujer se llama Hanna y tiene treinta y seis años. Unas semanas después, el muchacho, agradecido, le lleva a su casa un ramo de flores. Éste será el principio de una relación erótica en la que, antes de amarse, ella siempre le pide a Michael que le lea en voz alta fragmentos de Schiller, Goethe, Tolstói, Dickens… El ritual se repite durante varios meses, hasta que un día Hanna desaparece sin dejar rastro.
Siete años después, Michael, estudiante de Derecho, acude al juicio contra cinco mujeres acusadas de criminales de guerra nazis y de ser las responsables de la muerte de varias personas en el campo de concentración del que eran guardianas. Una de las acusadas es Hanna.
Michael se debate entre los gratos recuerdos y la sed de justicia, trata de comprender qué llevó a Hanna a cometer esas atrocidades, trata de descubrir quién es en realidad la mujer a la que amó… Bernhard Schlink ha escrito una deslumbrante novela sobre el amor, el horror y la piedad; sobre las heridas abiertas de la historia; sobre una generación de alemanes perseguida por un pasado que no vivieron directamente, pero cuyas sombras se ciernen sobre ellos.
Esta novela se divide en tres partes:
1.- Conocemos como los protagonistas se encuentran y su pronta relación.
2.- Empieza a centrarse en el juicio contra Hanna, aquí como estudiante de leyes de verdad que me he cuestionado lo que haría en ese momento determinado, al leer en el libro como se sentía Michael y al ver en la película como se encontraba Hanna supe que la única salida era no callar. Pero ya sabemos como terminó todo.
3.- Recién Michael asume sus sentimientos y decide afrontarlos.
El lector es también la historia de una de esas mujeres que tuvieron vidas a su cargo en los campos de concentración nazis. En consonancia con Koch y Grese, también Hanna Schmitz, la protagonista de la historia, tiene unos orígenes humildes. En contraposición a ellas, Schmitz hizo lo que hizo más por el instinto de supervivencia de una mujer abocada a la pobreza más absoluta que por las ganas de medrar dentro del Reich… o por el sadismo y gusto por la tortura y la humillación ajenas.
Opinión:
La protagonista femenina es femenina en todo su ser, es interesante la forma en como la literatura se mezcla con la historia en este caso con La Segunda Guerra Mundial. Me llenó de muchas emociones (en realidad eso espero de los libros). La voz atormentada de Michael que cuenta una historia que en su vida parece no tener fin, hasta que él mismo le pone un punto y final. Una historia, asimismo, con mucho trasfondo moral y filosófico, y con un final, según mi criterio, sorprendente.
Encontré bien camuflado, el tema de la responsabilidad y culpa de parte del pueblo alemán en el caso de Hanna.
Como nota: la relación entre Michael y Hanna queda mejor reflejada en el título original, “Der Vorleser”, que viene siendo ‘el que lee en voz alta’
Siento que se pudo haber ampliado más el tema en el libro, porque el libro aguanta todo. Pero estoy satisfecha con la lectura y vuelvo a mencionar la película porque ¡debes verla!
Pero el que huye no sólo se marcha de un lugar, sino que llega a otro.