The Recessionals

Publicado el 14 julio 2020 por Salva Colecha @salcofa

Parece ser que nuestro gobierno ha decidido extender las ayudas a los más golpeados por este desastre unos meses más, la verdad, está muy bien pero ¿Y después? ¿De verdad pensamos que esto va a acabar en unos meses y pasaremos a vivir en la tierra de Jauja? Será que no se han dado cuenta de la magnitud del desastre que ha caído como un obús a los que ya andaban justillos (todos nosotros, no vayamos a pensar). Aunque bien pensado, sobre el papel y haciendo circular a la tan sufrida estadística puede que nos pase como a Groucho Marx y hacemos caso a nuestros ojos y no a lo que nos dicen porque el caso es que el número de ricos subió mucho en España en 2019, antes de que algunos se lo gastasen todo en papel higiénico y levadura para hacer panes.


Resulta que en este terruño azotado por los calores de este NO verano tenemos un 5% (lo que viene a ser unos 11.000) de nuevos millonarios que han subido la cifra hasta los 235000 personajes que tienen un millón de euros, sin contar su casa. Estamos nada más y nada menos que en un nada desdeñable número 14 del ranking mundial, tenemos más millonarios que Rusia y en cambio los pobres son más pobres y las colas a pleno sol en los economatos no acaban nunca, algo no funciona. Los nuevos potentados no han salido del Euromillones, son personas que no fueron afectadas por la crisis de antes y que han podido aumentar su fortuna hasta niveles que el resto de los mortales ni soñamos. Lo han conseguido a pesar de que algunos de los que ya estaban en el club se hayan empeñado en quedárselo todo. Por lo visto eso de tener dinero viene a ser algo así como lo de Gollum con el Anillo. Pues que bien, ¿no? En teoría vivimos en un país opulento donde estamos a punto de empedrar las calles con oro puro y en cambio cada vez existe más y más gente que no puede sacar adelante su propia vida, bueno, me dirás qué es lo de siempre y que ocurre desde que el mundo es mundo, pero viendo las circunstancias en las que estamos y a donde nos llevan, deberíamos tomarnos en serio lo de una sociedad solidaria.


Algo estarà ocurriendo en toda esta historia porque a pesar de tener un gobierno al que se le hincha la boca diciendo que es el más social de todos resulta que el aumento de millonarios coincide con el aumento de la pobreza, sobre todo después de todo este maremágnum del COVID. Pero parece ser que ha surgido una nueva especie en esto de la supervivencia. En mitad la tragedia nos encontramos a gente joven que con pocos años que ya empiezan a tirar la toalla y renuncian hasta a un proyecto de futuro. Son los que el Finantial Times, bautiza como The Recessionals. Son vidas truncadas que empezaron mal, les llamábamos milenials, eran aquellos que se quedaron fuera, esperando una oportunidad que nunca llegó cuando a la crisis del 2008. Los mismos que ahora que empezaban a recomponerse y se han dado de cabeza con la pandemia y el desastre que los ha dejado de nuevo en la calle. Son una generación de supervivientes que han vivido dos recesiones históricas y que van a tener que pagar dos facturas para seguir adelante con un mercado laboral destrozado del que poco se puede sacar y una perspectiva de futuro que les borra toda idea de jubilación.


Imagina si lo ven crudo que hasta los organismos internacionales están diciendo desde el Olimpo ese en el que viven que necesitamos extender las redes de ayuda social para intentar abrir un futuro a los más vulnerables, los de siempre, las mujeres que siguen pagando con menos salario y más violencia por el hecho de serlo. Los pobres que se han vuelto invisibles en esta sociedad que no ha aprendido nada. Los mayores que han visto como el sistema gestionado por sus propios nietos les daba la espalda y los condenaba a muerte y los jóvenes, esos que no van a ver arruinada su vida porque, simplemente, se les han arrebatado sus sueños antes incluso de que empezaran a construirlos. Vamos a tenerlo difícil porque si te paras a pensar, nuestro gobierno (ya sabes, ese que se autodeclara el más social de todos los habidos) no acaba de hacer arrancar las ayudas a los más necesitados, las demora con plazos y condiciones -como si no hiciese falta comer todos los días- y no consigue dar abasto con tantos frentes abiertos y tan poca ayuda de la oposición destructiva esta que padecemos que no es capaz de ofrecer ni una sola iniciativa positiva en todo este galimatías. Si algo sacaremos de todo esto es que nuestra clase política debiera exiliarse a una isla desierta.

Pero peor todavía se nos pone si tenemos en cuenta que vivimos en un mundo globalizado, supranacional que se ha convertido en una jungla en la que hasta la todopoderosa Merkel duda de que la UE se ponga de acuerdo para articular un programa de ayudas que no sea una nueva trampa para arruinarnos más todavía a base de contraprestaciones y recortes. ¿Qué porqué digo esto? Me explico; Estados unidos ha comprado toda la producción de los próximos tres meses de Rendesivir demostrando que aquello del América First incluía un “me importa un bledo el resto del mundo” dejando muy claro hacia donde vamos y que si no se pone remedio con más control Internacional, cuando hablemos de vacunas y tratamientos del COVID aquello que vivimos al principio de la pandemia, cuando arrasábamos el Súper, va a quedarse en un juego de niños.