Con sus antológicas canciones, han sabido llegar al corazón de una fiel e inmensa cantidad de admiradores en todo el mundo, entre los que se encuentra este humilde blog, que tiene por logo su lengua.
Las amplias y sucesivas giras de los Stones son hitos destacados en la música, así como lo son los diversos álbumes que han publicado en sus 50 años de carrera. Y aquí, Let It Bleed, juega un papel muy relevante, porque es un disco de culto.
Let It Bleed se publicó el 28 de Noviembre de 1969 por el sello Decca Records e incluye 9 pistas. Grabado en los Olympic Studios de Londres, contó con la producción del emblemático Jimmy Miller, un famoso ingeniero de sonido que ya había trabajado con otras bandas del nivel de Blind Faith o The Spencer Davis Group. Muchas y muy variadas, han sido las rediciones de este gran clásico bajo otras casas discográficas como la de ABCKO (Formato LP, 1986) o la de Decca (Formato CD, 1995).
Como ya es costumbre, haremos una mención a los músicos que hicieron posible esta magistral obra: Mick Jagger (voz, armónica), Keith Richards (guitarra), Mick Taylor (guitarra), Brian Jones (guitarra, arpa y percusión), Bill Wyman (bajo) y Charlie Watts (batería).
Si ya de por sí los Stones son geniales músicos, de obligada referencia es el personal adicional que participó a su lado: Ian Stewart, Nicky Hopkins, Leon Russell y el mítico Al Kooper (pianos), Ry Cooder (mandolina), Jimmy Miller (batería y percusión), Rocky Dijon (percusión), Bobby Keys (saxo tenor), Jack Nitzche, Merry Clayton y Nanette Newman (coros), y un extraordinario violinista de bluegrass llamado Byron Berline, vinculado dos años después al proyecto Manassas, de Stephen Stills.
Destacaré también su apoteósica sección rítmica, la profundidad lírica de este maravilloso tema (inspirado en la guerra del Vietnam) y sus fantásticos coros con Merry Clayton. Pero lo que nos quedará para siempre en la memoria es su majestuoso estribillo :<< War, children, it’s just a shot away / It’s just a shot away / War, children, it’s just a shot away / It’s just a shot away>>.
Seguidamente llegará “Love In Vain”, una excelente versión del bluesman Robert Johnson. Solamente los Stones, han sido capaces de transformar este tema en único, y quien sabe si irrepetible. Uno de los puntos álgidos será “Country Honk”, versión de cierto aire folk / country del “Honky Tonk Women”, con un sensacional violín a cargo de Byron Berline y la guitarra de Mick Taylor. El espléndido piano de Ian Stewart, cobra un protagonismo mayúsculo en “Let It Bleed”, el corte que da nombre al disco.
Y para poner el broche de oro a un álbum absolutamente redondo “You Can’t Always Get What You Want. Escrita por Jagger y Richards, es un diamante de canción, con una angelical introducción a cargo del coro góspel “London Bach Choir”, e influida por los arreglos de Al Kooper.
Así concluye Let It Bleed, un elepé que resulta fundamental para entender qué es y lo que significa el rock and roll. He de confesar que en este artículo que hoy escribo, quizás no haya podido ser todo lo objetivo que quisiera, y me he dejado llevar por la pasión que siento por los Rolling Stones, la banda de rock and roll más grande que ha dado la música contemporánea.
Déjalo sangrar.