The Rolling Stones: Sticky Fingers, cremallera y rock n’ roll

Publicado el 17 septiembre 2018 por Portman918 @ecosdelvinilo
Rescatamos los hechos tras la creación de esta portada mítica

[Ricardo Portmán] @ecosdelviniloSi hay una imagen icónica dentro del rock & roll esa es la del Sticky Fingers (1971), una cubierta que fue elegida por la cadena de televisión VH1 en 2003 como la mejor de la historia del rock. Su responsable: el inimitable e inclasificable Andy Warhol.Pero este mítico diseño no era la primera opción de The Rolling Stones para su nuevo disco. Se había trabajado previamente la idea de mostrar el castillo de Mick Jagger en el Sur de Francia en un desplegable. También se ideó otra propuesta con el disco dentro  de una funda transparente con líquidos sensibles a la luz. Mientras estas ideas circulaban en el entorno Stone, Warhol mantenía unas tensas relaciones con la banda, porque consideraba que habían utilizado sin su autorización un diseño que les había presentado previamente para el recopilatorio Through The Past Darkly de 1969. Incluso llegó a proponerles ese mismo año que envolvieran el disco Let It Bleed en unas medias de mujer dentro de unos vaqueros cortados. Rechazaron su idea. Warhol y Jagger volverían a encontrarse en una fiesta en Nueva York en 1970. En esa ocasión el artista le comentó a Jagger la idea de poner una cremallera en la portada de un disco. Al cantante le gustó, así que pensó en contar con él para el que sería el primer álbum en su propio sello, Rolling Stones Records. La idea de la imagen de la entrepierna masculina y los calzoncillos le vino a Warhol haciendo varios bocetos (entrepierna incluida) de un buen amigo, Stephen Bruce, el dueño del restaurante Serendipity que frecuentaba a menudo. Uniendo la idea de estos bocetos con lo ya perfilado previamente, llegó a la conclusión de que podría montar la cremallera sobre la entrepierna de unos jeans para la portada del disco de los Rolling Stones.
Andy nunca reveló quién fue el modelo que apareció en la portada. Se dijo que era Jagger, cosa ampliamente desmentida por los involucrados. Se sabe que en la sesión fotográfica participaron tres modelos. La versión más difundida es que se trata de Jed Johnson, por entonces amante de Warhol. También se ha dicho que era su hermano gemelo, Jay Johnson. Corey Tippin, el mejor amigo de Jed Johnson, también posó en aquella sesión, aunque sus imágenes fueron finalmente desechadas. Joe Dallesandro, estrella del entorno de Warhol y protagonista de varias de sus películas, siempre mantuvo que él era el protagonista de la portada. Billy Name realizó la fotografía.
Al mismo tiempo, los Stones hicieron una sesión con el fotógrafo Peter Webb. Webb creía que sus fotos serían usadas en la portada. El fotógrafo descubriría después que su imagen no aparecía en la portada, sino en la funda interior. Terminó de hundirse al ver que habían usado una copia deficiente de la foto en la que aparecía Mick Jagger bostezando. 
El diseñador Craig Braun se encargó a continuación de darle forma definitiva a la carpeta. En la edición inglesa (la más identificable con el disco) se colocó el nombre del grupo y el título del álbum del lado izquierdo. La tipografía de color rojo, enmarcada en rectángulos, parece simular haber sido estampada con sellos de goma.  Apenas se editó Sticky Fingers empezaron los problemas. Los compradores se quejaban que la cremallera metálica rayaba los surcos del vinilo, específicamente a la altura de Sister Morphine. Se tuvo que buscar una solución de urgencia para la segunda tirada del disco. Se rebajó la altura de la cremallera en la planta de producción, de modo que como mucho lo que estropease fuese la etiqueta del vinilo. Otro problema que no se pudo solucionar fue que la cremallera no dañase otros discos que se colocaran al lado del SF.  En posteriores ediciones la cremallera pasó a formar parte de la fotografía.
Otro hecho trascendente del Sticky Fingers es que por primera vez apareció el famoso logo de los Stones. La boca, labios y lengua colorista fueron un diseño original de Ernie Cefalu. Cuando Craig Braun le enseñó el logotipo al grupo, estos le pidieron a otro diseñador, John Pasche, que lo retocase para convertirse en su logo definitivo. Mick Jagger siempre ha mantenido que la idea fue suya y que no se inspiró en su propia boca, sino en un calendario hindú en el que la lengua salía de la boca de la diosa Kali. Finalmente el diseño de Cefalu, por el que le pagaron doscientos dólares, apareció en todos los productos comerciales de los Stones en las siguientes décadas.
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