Fueron, sin duda alguna, uno de los grupos pioneros de aquel sonido que fue denominado como Mersey sound o Merseybeat, una de las pocas bandas que competían seriamente con los Beatles por los primeros puestos de las listas. Pero mientras los otros grupos surgidos en Liverpool a principio de los 60 se dedicaban a un estupendo pop o Beat, arropado por sencillas armonías vocales y un ritmo alegre, the Searchers iban un poco más allá, sus expendidas voces y su brillantes guitarras (fueron pioneros en utilizar la guitarra de 12 cuerdas), abarcaban un espectro sonoro que impedía etiquetarlos de manera clara, pero que, en mi opinión, les sitúa como precursores del folk-Rock, incluso antes que los míticos the Byrds... Si bien hay numerosos puntos en común con las otras bandas surgidas a orillas del Mersey como the Beatles, Gerry and the Pacemakers, The Merseybeats o The Swinging Blue Jeans...un estilo visual muy parecido, chicos bien vestidos y peinados, canciones de amor bien armonizadas, letras bien compuestas, simpatía... también existe pequeños (e importantes) matices diferenciadores, de entre todas aquellas bandas sólo los Beatles les superaban por sus composiciones, tan sólo otro grupo armonizaba con la misma clase que ellos, the Hollies, pero ninguno de ellos brillaba con una instrumentación tan impecable y personal como the Searchers, pero vayamos al principio de todo...
La génesis de the Searchers nos remonta a principios de los años 60, cuando varios miembros de distintas bandas de Skiffle deciden unir sus fuerzas para crear una banda con la que crear un sonido propio, Tony Jackson (bajista y vocalista principal), John McNally (guitarra rítmica y voz), Mike Pender (guitarra líder y voz), y Norman McGarry como batería, aunque pronto sería sustituido por Chris Curtis. Los paralelismos con the Beatles, son inevitables, mientras unos forjaban su fama en el club "the Cavern", a dos esquinas, en el "Iron Door", triunfabn the Searchers. También deciden probar suerte en Alemania, donde consiguen enganchar a un numeroso puñado de fans en el Star Club de Hamburgo. Para este momento Tony Jackson había dejado su puesto de vocalista, dedicandose sólo al bajo, en su lugar comenzaba una exitosa carrera otro joven británico, Johnny Sandon. Pero por poco tiempo, aunque las cosas les iban bien (o quizás por eso), en 1962, Sandon abandona el combo, para unirse a otra legendaria banda, the Remo Four, por lo que Tony vuelve de nuevo a ser el vocalista principal, paradógicamente, es en ese momento cuando su trabajo comienza a dar sus frutos.
En 1963, bajo el amparo del acordeonista y empresario musical Tito Burns y producido por Tony Hatch, sacan al mercado un primer sencillo para el sello Pye Records, como era costumbre y moda, se apoyan el los clásicos del R&B americano y eligen un tema mítico de Doc Pomus y Mort Shuman "Sweets For My Sweet", un pegadizo tema que the Drifters habían hecho popular en 1961, pero que con los fabulosos arreglos de Mike Pender, alcanzaba un nuevo nivel musical, más cercano al pop, su peculiar repique guitarrero marcaría el futuro estilo de la banda. El caso es que el single escaló rápidamente en las listas, consiguiendo mantenerse en el número uno durante varias semanas consecutivas. Sus siguientes sencillos correrían suerte parecida "Sugar And Spice” (tema escrito por el productor Tony Hatch, bajo el seudónimo de Fred Nightingale) llegará hasta el número 2, "Love Potion number 9", que se convertiría en el mayor exito de el grupo en USA, llegando al numero 3 y, sumándolos así a la "British Invasion", y de nuevo al número 1 con la que (para mi) es la mejor de las versiones del tema de Sonny Bono y Jack Nitzsche, "Needles And Pins", tema emblemático de the Searchers, cuyo estilo influiría esencialmente en el futuro folk-rock, como muestra no tenéis más que escuchar a los Byrds interpretando "I’ll feel a whole lot better"...
Pero, a pesar del éxito, en la banda se gestaba una crisis interna, el descontento de Tony Jackson por que lo apartaran como voz principal para "Needles And Pins" le lleva a dejar la banda en 1964, en la cima del éxito. Lo cierto es que el verdadero "líder ideológico" del grupo, en ese momento era Chris Curtis, y había decidido que la voz principal debía de recaer en Mike Pender, sin embargo la banda necesitaba una nuevo bajo, así que el puesto de Jackson lo ocupa el bajista de Cliff Bennett & The Rebel Rousers, Frank Allen. Durante el siguiente año consiguen mantener su estatus, y el interés del publico, con temas "Someday We're Gonna Love Again" (Top 11), “What Have They Done To The Rain?”, donde incluyen una sección de violines y cuerdas (Top 13), “When You Walk In The Room”, y “Goodbye My Love” (Top 4), “He’s Not Love” (Top 20), pero muy especialmente por una espectacular revisión de un éxito menor del grupo de Philadelphia, the Orlons, "Don’t Throw Your Love Away" (top 1), en el que demuestran su gran habilidad para armonizar, compitiendo con los grandes grupos vocales del otro lado del charco.
Pero una vez llegada la segunda mitad de los años 60, el grupo pierde fuelle, el interés por su música decae, Curtis abandona la banda, aunque the Searchers continúan, con un resultado mediocre y desigual, hasta principios de la década de los 80, nada destacable, pura reincidencia en la fórmula conocida, y muy poca originalidad. Atrás quedan los, apenas tres años, de efímera gloria, las maravillosas armonías vocales y sus brillantes guitarras. Quizás no fueron tan grandes como the Beatles, ni supieron evolucionar como the Hollies, ni tan especiales como the Zombies, pero escuchar a the Searchers siempre es una sensación maravillosa, y para los más entendidos una continua experiencia de nuevos descubrimientos sonoros, disfrutarlo...