The Smashing Pumpkins: El que tuvo, retuvo

Monuments To An Elegy[BMG]★ ★ ★ 1/2[Ricardo Portmán] @ecosdelviniloAl grano. Billy Corgan ha parido un disco synthpop, así de claro. Su guitarra está ahí, su voz también (en buen estado, por cierto) y el producto viene adornado con el sacrosanto nombre The Smashing Pumpkins. Dejó en el dique seco a su baterista y bajista habituales de los últimos años, mantuvo a su lado a su nuevo cicerone Jeff Schroeder e incorporó a Tommy Lee para aporrear los cueros en los tracks donde no hay programaciones electrónicas. En teoría esta es la segunda parte del proyecto Teargarden By Kaleidyscope, en la práctica es un disco solista de Corgan (se encargó de las voces, guitarras, bajo y teclados). Dicho lo dicho debemos afirmar que los que esperan la caída del guitarrista deberán seguir esperando porque Monuments To An Elegy se mantiene firme, a pesar de los sintetizadores.

Curiosamente corto para los estándares del músico con más ego de las últimas décadas (sólo dura 33 minutos escasos), el álbum contiene algunos cortes que te hacen soltar lo que haces y prestar atención. Destacamos Anaise!, Drum + Fife, Anti-Hero y One And All, donde las guitarras y los sintetizadores se entremezclan para generar un nuevo sonido derivado de lo intentó The Smashing Pumpkin en Adore. Being Beige es una elección cuestionable como single, teniendo disponibles temas más potentes. La mejor canción es sin duda Tiberius, poderosa, resonante, con ese sonido dentado/clásico en las guitarras y Tommy Lee aportando una batería soberbia.Cuando ya nadie daba un duro por la carrera de el de Chicago viene y nos entrega Monuments To An Elegy, dejándonos con un palmo de narices. El que tuvo, retuvo, y Corgan no anda en labores de demolición. Bienvenida sea la novena entrega de the Smashing Pumpkins.