Tampoco es que The Smiths tengan una trayectoria dilatada y por lo tanto una discografía amplia donde elegir. Discos propiamente de estudio tienen 4 y tras “The Queen Is Dead”, el resultado lógico es que nos quedan 3 ítems por analizar, aunque también podríamos tratar como discos de estudio a los pseudorecopilatorios “Hatful Of Hollow” y “The World Won’t Listen”, ya que The Smiths era un grupo que trabajó de forma intensa a la par que impecable el formato single, por lo que esos recopilatorios incluyen temas que no se encuentran ni en “The Smiths”, ni “Meat Is Murder”, ni “The Queen Is Dead”, ni “Strangeways, Here We Come”; además, las que sí se encuentran en esos discos, suelen incluirse en estos 2 ítems en forma de sesiones en la BBC o en definitiva con otra toma distinta; este aspecto principalmente en “Hatful Of Hollow”.
Bueno, que me enrollo demasiado. Nos ocupará hoy el 2º disco de estudio del grupo, editado en 1985, de directo título, “Meat Is Murder”. Tras la buena acogida del lp de debut, de título homónimo al nombre del grupo, y por otro lado comprobar el gran éxito obtenido por ese compendio estupendo “Hatful Of Hollow”, el cual se mantuvo en la lista de los álbumes más vendidos durante una infinidad de semanas, The Smiths estaban situados de forma perfecta para dar un golpe de efecto y confirmarse como una de las grandes bandas del momento, que además basaban su éxito en un sonido muy alejado de las corrientes sonoras que proliferaban en la década de los 80. The Smiths no fallaron en el intento y dieron lugar a un lp mítico dentro de la historia de la música y que a día de hoy se encuentra en dura pugna con su sucesor “The Queen Is Dead”, para ver cuál de los 2 puede considerarse mejor.
Yo personalmente soy más de “The Queen Is Dead”, pero con el paso del tiempo “Meat Is Murder” me ha ido gustando cada vez más. Veamos pues qué aportaron en 1985 a la historia de la música el cuarteto formado por Morrissey a la voz, Johnny Marr a la guitarra, Andy Rourke al bajo y Mike Joyce a la batería.
“The headmaster ritual” abre con una crítica clara de Mozzer hacia la educación británica, algo con lo que ya se atrevieron unos años atrás los Pink Floyd en The Wall. Aquí Morrissey construye ese dardo envenenado contra la educación escolar sobre una melodía de tiempo medio, sin grandes estridencias sonoras, y en la que destacan los coros de la parte final que aporta Morrissey al micrófono. En la 2ª pista de la obra pasamos al rockabilly de la mano de “Rusholme ruffians”. Un tema como poco animado y que constituye uno de los guiños que The Smiths hacían de cuando en cuando a géneros que no estaban muy de moda en aquellos días, demostrando riesgo por su parte. No obstante, “Rusholme ruffians” se queda a la altura del betún cuando escuchamos a continuación la brillantísima “I want the one I can’t have”. En esta pieza la melodía rítmica tan rápida y luminosa de Johnny Marr da lugar a una canción irresistible, en la que Morrissey campa a sus anchas entonando unas de sus letras de amores imposibles, en lo que podría ser en parte un pequeño adelanto del desarrollo definitivo del texto de la magna “There is a light that never goes out”. Se adopta tras este desenfreno melódico una canción más cáustica como es “What she said”, mucho más ruda, que contemporiza un poco el ritmo, para que a continuación entremos en la reflexiva “That joke isn’t funny anymore”, donde la máquina sonora baja notablemente de revoluciones, cediendo el protagonismo a Mozzer, el cual se gusta en varios momentos al micrófono. Este tema, bastante acertado por lo general, quizás peca un poco de repetitivo en la parte final, y además hace una especie de amago de terminar, para posteriormente volver a repuntar durante unos segundos.
Simplemente con advertir que “Meat Is Murder” fue a la larga el único disco de The Smiths que llegó al número 1, bastaría para advertir su importancia en un año que no fue manco a la hora de recibir discos maravillosos como “Hounds Of Love” de Kate Bush o “Songs From The Big Chair” de Tears For Fears. El resto de lps de The Smiths se quedaron a las puertas del número 1 en su momento, todos en un meritorio y notorio 2º lugar de la lista de álbumes más vendidos en el Reino Unido. Es un disco bien cuidado, con el sonido o regusto más potente de los Smiths en un lp de estudio a lo largo de su carrera, y que mantiene la tradición de portadas enormes de la formación, con esa instantánea mítica del soldado con el lema del título del disco inscrito en su casco.
La clave de “Meat Is Murder” reside en que terminó de confirmar a The Smiths como uno de los grandes grupos de la década. Lo que quizás nadie intuía es que el grupo no avanzaría más allá de 2 años vista y en 1987 se desintegrarían por la rúptura del frágil equilibrio de egos que había entre Morrissey y Marr, sus 2 claros líderes. Esto se puede apreciar en la entrevista que ofrecieron a Paloma Chamorro en La Edad De Oro, en la que se tenían un respecto y distribución de la importancia casi cartesiano en lo que a los turnos de respuestas se refiere, ya que una pregunta que iba claramente dirigida a Morrissey, éste se frena y le cede el turno a Johnny ya que en teoría le tocaba a él. Cuando se faltaron lo más mínimo al respeto (según la biografía de Luis Troquel, derivado de que Johnny Marr se fue de viaje a colaborar con Talking Heads haciendo uso de los fondos de la discográfica Rough Trade), The Smiths se fueron al traste. Y es una pena, ya que probablemente si el binomio Morrissey-Marr se hubiera prologando en el tiempo un lustro más, nos hubieran deparado cosas enormes. U2 serían los grandes beneficiados y aprovecharían el hueco vacío rápidamente con el lanzamiento de “The Joshua Tree” en los días en los que asistíamos al velatorio de The Smiths como grupo.
Consecuencia del disco que hoy analizamos, The Smiths realizarían una gira que a la larga fue la única ocasión que les pudimos ver en España, con una actuación en una sala de reducido aforo en Barcelona y con un concierto gratuito multitudinario en el Parque del Oeste de Madrid. De lo de la cancelación de su show en San Sebastián, mejor no diremos nada…
Después se meterían en estudio para dar forma a un disco menos aguerrido, pero lleno de verdaderas joyas de rock mucho más suave que el regusto general que te deja “Meat Is Murder”. “The Queen Is Dead” sería el resultado y para más información pueden leer el post que le dedicamos hace mucho tiempo o escuchar el programa de música que grabamos sobre el mismo. “Meat Is Murder” es de los discos más importantes de mitad de la década de los 80 y uno de los discos que explican por qué a día de hoy The Smiths son tan valorados en general. Solamente “vivieron” 4 años, pero en ese periodo les dio tiempo a editar de forma casi consecutiva “The Queen Is Dead” y el disco que hoy hemos revisado. Esta proeza está al alcance de muy pocos. Como cierre solamente decir que creo que no es mala época ésta para escuchar “Meat Is Murder”; los meses inmediatamente previos al verano le sientan muy bien a su música, y en esta ocasión me lo ha vuelto a parecer.
Este miércoles tenemos programa especial de entrevista a las 23.00h tanto en &radio como en RUAH. En los próximos días habrá un post especial informativo al respecto. El resto de la programación de nuestro programa de esta semana en &radio lo pueden ver en nuestro rincón de la web de la emisora.