The Sound Of Arrows – Voyage

Por Homeboy

The Sound Of Arrows es uno de esos grupos que me he resistido a escuchar durante estos dos últimos años en los que multitud de medios les han dado bastante cancha con tan solo un par de singles – la cobertura que les ha prestado Jenesaispop en España, ha sido de traca -. Y es que siempre he sido bastante reacio a este tipo de hypes que todavía tienen mucho que demostrar.

Al parecer, todo se debe a que su primer single data de 2009, y este álbum se ha retrasado más de la cuenta. Gracias a esto, se han creado una leyenda en tan solo un par de años, y a la gente se le ha ido bastante la cabeza, ya que ni mucho menos son para tanto, y de hecho, hay momentos en los que están muy cerca del petardeo mainstream más horroroso.

Voyage se mueve en esa fina línea que separa el pop electrónico más elegante – no es fácil ser los Pet Shop Boys -, y el petardeo más evidente. De hecho, es lo que venden con esa imagen de sueco aniñado y gayfriendly  - no son tontos y saben dónde está su público -.

Desde luego, lo que hay que hacer es quitarse los prejuicios a la hora de escuchar este disco, ya que lo tiene todo para ser la gran horterada del año, eso sí, una horterada con clase. Aquí encontramos teclados eurodance de lo más chirriantes; coros infantiles que sonrojarían a más de uno, y una clara devoción por esos ritmos reggae de plástico que practicaban sus compatriotas de Ace Of Base (al parecer está de moda reivindicar a esta puta mierda de grupo). Lo bueno es que ellos no lo esconden, y además, lo reivindican con talento y no se quedan en un mero popurrí de esas bandas. Además, también tienen bastante del synth-pop de los ochenta, y una clara influencia de Erasure.

Lo malo de este trabajo, es que termina resultando un poco cansino, ya que es demasiado sintético y si quitamos Nova, Wonder, Magic y un par de canciones más, nos quedamos con cuatro o cinco canciones bastante normalitas. Para colmo, el instrumental del final tiene un tufillo bastante importante a Jean Michel Jarre, y algunas baladas me recuerdan a mis odiados Hurts.

Vamos, que aprobar sí que aprueban, además con un notable, pero ni de coña son la leche como nos quieren hacer creer unos cuantos.

7