Título: The storied life of A. J. Fikry
Autora: Gabrielle Zevin
Editorial: Gale Cengage Learning
Género: novela contemporánea, metaliteratura
Páginas: 318
Publicación: 2014
ISBN: 9781594138416
Nadie es una isla y en un buen libro cabe el mundo entero. A pesar de ser el único librero de Alice Island, a A.J. Fikry no le gustan ni la posmodernidad ni el realismo mágico. Tampoco pierde el tiempo con historias sobre el Holocausto, libros infantiles o novelas románticas. Sus planes nocturnos consisten en encerrarse en un destartalado apartamento y acompañar un buen cuento clásico de comida basura y media botella de whisky. Porque, todo hay que decirlo, de la misma forma que a A.J. Fikry no le gustan la mayoría de libros, tampoco le suele caer bien la gente. Hasta que, de repente, alguien amanece sentado en el suelo de su polvorienta librería... Esta es una historia de genuino amor libresco, destinada a todos aquellos que abren los libros para oler sus páginas y acarician el lomo cuando los dejan en la estantería. A.J. Fikry no es un dechado de cortesía, pero hay algo que tiene muy claro: somos lo que leemos. Más aún, nuestra vida está hecha de mil historias que nos acompañan a lo largo del camino y la buena literatura es una brújula que nunca falla.¿Conoces esa sensación de caer rendida a los pies de un libro desde las primeras páginas? ¿Has tenido alguna una vez un flechazo con el protagonista de una novela? ¿Te has enamorado de una historia hasta tal punto que se te encoje el corazón a medida que vas pasando hojas y ves que ya queda menos y menos y menos... y no quieres seguir leyendo porque el libro se acabará y te quedarás sin lo que cuenta? Eso es lo que me ha pasado a mí con esta novela que El lado frío de mi almohada, Hojas de Alisio, From Isi, Tiempo entre lecturas y yo elegimos como objetivo de la lectura conjunta en inglés que organizamos en febrero. Y, la verdad, creo que elegimos bien. Genial. Porque la historia merece mucho la pena y porque el nivel es bastante asequible. Bueno, en realidad, lo he leído como si no fuera inglés, me ha costado tan poco leerlo como si estuviera escrito es español. No sé si la razón está en la historia y sus personajes, en el nivel o en que ya me voy acostumbrando a leer en inglés y me va costando menos pero la verdad es que he ido a la misma velocidad que si lo hubiera leído en castellano.
Buena parte de la culpa de que esta novela me haya gustado tanto la tiene todo el amor por los libros que destila y todos los guiños metaliterarios que incluye. Fikry regenta una librería y juzga a las personas por los libros que leen. Lector exigente, no son muchos los géneros que le gustan y, por extensión, tampoco son muchas las personas con las que congenia. Pero hay un puñado de ellas que se abren paso hacia su corazón (terriblemente herido y cerrado al comienzo de la novela pero que se va ablandando a medida que más y más inquilinos se quedan a vivir en él) y se convierten en imprescindibles, comenzando por una Maya de la que es imposible no enamorarse, una Amelia que cambia la vida de Fikry y un Lambiase que se va enamorando de los libros casi al mismo tiempo que del entorno del propio librero.
El segundo motivo de mi amor por esta novela son sus personajes. Golpeados, abandonados, incomprendidos... pero que encuentran su tabla de salvación los unos y en los otros... y todos en los libros. Todos crecen en esta novela. Todos sufren. Todos aman. Y todos enamoran.
El tercer motivo por el que me he enamorado de esta vida historiada de A.J. es el argumento de la obra, las peripecias que nos va contando, la trayectoria vital de los personajes. Y hay una cosa que me ha resultado muy curiosa de la forma de novelar de Zevin, a ver cómo lo explico. Generalmente, las novelas se componen, grosso modo, de resúmenes y escenas. Los resúmenes son esas partes en las que se hace una narración menos detallada de lo que ocurre, en la que se aportan datos interesantes para la trama pero en los que no se profundiza demasiado. Las escenas, por contra, son esos fragmentos de novela en los que algo (importante, se entiende) se narra con pelos y detalles. Y lo normal es que esas escenas se correspondan con momentos álgidos de la trama. Pues bien, Zevin se extiende en los prolegómenos de hechos importantes pero luego pasa muy deprisa por ellos. Por ejemplo: en un momento dado, Maya se presenta a un concurso literario y la autora nos lleva a una de sus clases de escritura, nos presenta a uno de sus compañeros, nos sumerge en el acto en el que se fallará el concurso, nos cuenta quiénes son los finalistas, qué relatos han escrito, etc. Y corta el capítulo justo cuando el jurado va a pronunciarse. Lo siguiente es una de las críticas que de diferentes libros va realizando Fikry a lo largo de la novela (justo antes de cada capítulo, por lo que en el índice los capítulos llevan los títulos de las obras analizadas por el librero) en el que solo se dice que Maya merecía ganar. Fin de la historia. Ni repercusiones ni cómo se lo toma Maya... A penas unos detalles y punto. Te deja con las ganas de más. Pero me ha parecido una manera valiente de contar una novela, muy impresionista, que parece pedir la colaboración del lector para completar los huecos, para llenar de sentimientos (¿cómo te sentirías tú en ese momento? Pues lo más probable es que así se sientan los personajes que pasan por esa situación) determinados momentos de la narración.
Capítulos cortos, diálogo, un toque de intriga, mucho amor por los libros y algunas frases maravillosas tienen la culpa de que el libro se devore y que deje, al final, una sonrisa en la boca (aunque tenga el sabor salado de las lágrimas). Una obra tierna, emotiva y cargada de guiños metaliterarios que me ha enamorado.
Solo le pongo una pega y es a la edición que yo he elegido: no me fijé bien y se trata de una edición con la letra extra grande, así que al principio me costó adaptar mi velocidad lectora a ese tamaño de letra. Y, además, brillan demasiado cuando les da la luz, así que ciegan un poco. En castellano, esta novela se titula Las mil y una historias de A.J. Fikry y está publicada por Lumen, así que supongo que será una edición más cómoda de leer que la mía.
Aprovecho para incluir esta reseña en el Mes de la Familia de Libros que hay que leer porque en esta novela se habla de una familia atípica, forzada por las circunstancias y nos hace pensar en cómo se funda una familia y en que no siempre es necesario que la misma sangre corra por nuestras venas para querer, proteger y educar.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto Genérico: 12 (1/2 contemporánea)/40
- Reto Serendipia recomienda: 1/3
- Reto Autores de la A a la Z: Z 10/24