En el concierto comenzaron con temas correspondientes a su disco más reciente, Strict Joy, para luego dar paso a los pertenecientes a la banda sonora de la citada película; al mismo tiempo que se ganaron el favor del público no sólo con su música, sino con multitud de bromas acerca de la comida y las tapas españolas, entre otros. En este aspecto fue Glen (con su característica guitarra rota) quien derrochó más carisma, si bien ambos tuvieron el detalle de animar a una seguidora con quien habían contactado previamente a que subiera al escenario y los acompañara tocando las castañuelas en una canción. Para terminar y "que el público tuviera algo que tararear de camino a casa", según el propio Glen, entonaron una versión de la sencilla Devil Town.
Un concierto impresionante con dos músicos de gran talento entregados.