3,2,1... Pensaba que nunca volvería a retomar mi proyecto anti-alzheimer, pero aquí estoy de nuevo con energías renovadas, gracias a la inercia de mis amigos en una buena sobremesa y un par de botellas de Capçanes. Ya os aseguro que no tengo intención de tomármelo tan en serio como la última vez, esto de la paternidad te enseña a ser hipermegaeficiente por lo que al tiempo se refiere, de manera que vuelvo a la idea base de que esto tan solo es una caja de recuerdos llena de vivencias, sensaciones, y demás sandeces que me encantaría volver a compartir con todos vosotros. Y volviendo al tema de la eficiencia, os dejo con una canción que escuché en la radio de camino al curro en mi cubículo con ruedas favorito, se llaman The Temper Trap, son australianos, y fueron la excusa perfecta para perderme más de una hora en ese oasis de estímulos infinitos llamado FNAC.
De nuevo otra vez: Mil gracias chicos!