Dirección: James Marsh.
Intérpretes: Eddie Redmayne, Felicity Jones, Charlie Cox, David Thewlis, Emily Watson.
SinopsisBio-pic entorno a la figura del genial físico británico Stephen Hawking (personaje interpretado por Eddie Redmayne) y a su primera mujer, Jane (a quien interpreta Felicity Jones).
La película se basa en el libro escrito por la propia Jane, el cual se centra en la época en la que se conocen, a Hawking se la diagnostica su enfermedad y entre ambos han de luchar contra ella.
OpiniónAcometemos hoy este artículo de opinión, estimulados por el reciente premio recogido por Eddie Redmayne, quien en la noche del pasado domingo se alzó con el Óscar al mejor actor principal por este film. A este respecto hemos de decir que la nominación nos parece más que merecida, pero el premio nos deja nuestras dudas. Nos explicamos.
Sus compañeros de nominación eran Michael Keaton por Birdman, Steve Carrell por Foxcatcher, Bradley Cooper por American Sniper y Benedict Cumberbatch por The Imitation Game. Sin entrar a valorar quien lo merecía más o menos (y siempre desde nuestro ignorante y borroso enfoque), el personaje de Eddie Redmayne es de los que se suelen denominar como "oscarizables"; de los que gusta a los académicos. La terna formada por una interpretación de personaje real, una potente transformación física y/o el hecho de interpretar una enfermedad o minusvalía, siempre son del agrado de los votantes a estos premios, tal y como fuesen anteriormente otros premiados como Daniel Day-Lewis por My Left Foot, Nicole Kidman por The Hours, Charlize Theron por Monster, Dustin Hoffman por Rainman, etc. Eso no quiere decir que la interpretación de Redmayne no sea buena; desde luego que lo es. Pero no sé si mejor que las de sus "contrincantes premiables". Y desde luego, que no menos buena es la interpretación de su compañera de reparto, Felicity Jones. En cualquier caso, los dos ejecutan su papel con brillantez y están de notable alto para arriba. Son los que sostienen y dan forma a toda la cinta.
Visionar, visionar, casi no nos atrevemos a decir, porque en la primera hora hemos de reconocer que lloramos como niños pequeños que sufren una dolorosa caída. ¡Por dios! ¡No nos sacábamos las lágrimas de encima! Y no es que esté narrada con excesiva sensiblería, porque no es el caso. Será que somos así de "sensibles"....
El film se convierte en la narración y exposición de una agridulce historia que se va tornando en superación y en lección de vida, muy bien encauzada con las alícuotas de humor que el propio señor Hawking siempre ha sabido explotar sobre sí mismo y su situación.
Su mayor debilidad es la ya comentada; la incapacidad para penetrar en el espacio interior del individuo, dentro del tiempo de metraje estipulado. Se revelan pues, el espacio y el tiempo, como las dos variables que bien manejadas lo hubiesen conseguido TODO; tal y como Hawking las ha tratado de forzar siempre para plasmar en una sola ecuación su Teoría del Todo.
Nota general: 6,5 sobre 10.
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