En The thief of Bagdad: An arabian... los episodios se suceden al estilo de los cuentos de Las mil y una noches con un fin concreto: alcanzar la libertad, la felicidad, y el ingenio está en cada fotograma, en todas y cada una de las trepidantes peripecias de Ahmad (John Justin) y Abu (Sabu). Genios atrapados en botellas o aguas, miniaturas que bailan, caballos mecánicos y alfombras que vuelan se mezclan con las aventuras de un ladronzuelo que ladra y un ciego que es en realidad un rey destronado. Una ambiciosa fantasía persa llena de imaginación, en la que no falta la princesa de quien enamorarse (June Duprez) y el pérfido que se aprovecha de su privilegiada posición para satisfacción propia, Jaffar (Conrad Veidt) en esta cinta. Malvado este último que, como suele ocurrir con demasiada frecuencia en el cine, se erige en el personaje resuelto con mejores resultados interpretativos.
Un poco de diversión y de aventuras, dice Sabu que prefiere cuando se le da la oportunidad de instruirse, vivir en palacio y convertirse en visir. Lo mismo que el cine suele prometer algunas veces y que aquí se nos entrega, sin engaños ni locuras, envuelto en un espléndido colorido y magníficos decorados.
Inolvidable vista en la infancia. Imperdonable alcanzar la madurez y creer que no es tiempo para visionarla.
(El ladrón de Bagdad, 1940)
En el libro 1001 películas que hay que ver antes de morir (Editorial Grijalbo) se detallan 6 títulos de M. Powell: The life and death of Colonel Blimp (Coronel Blimp, 1943)*; "I know where I'm going!" (1945)*; A matter of life and death (A vida o muerte, 1946)*; Black narcissus (Narciso negro, 1946)*/**; The red shoes (Las zapatillas rojas, 1948)* y Peeping Tom (El fotógrafo del pánico, 1960). No se detallan títulos de L. Berger o T. Whelan.
* Codirección de E. Pressburger.
** El año de estreno de este título es 1947.