The Walking Dead ha sido un éxito rotundo en todo el mundo, eso es un hecho y no se puede discutir, pero ¿realmente es la gran serie de la que todo el mundo habla? Para mí sí, pero con matices. Todo empezó con un piloto sensacional (
del que ya hablé en su día), de esos que te dejan petrificado en el sofá, y se quedan grabados en la retina para siempre, para poder ser disfrutado una y otra vez en las oscuras noches de insomnio (contraindicaciones: abstenerse personas con inclinaciones homicidas, o gente cuyos miedos nocturnos sean incontrolables). Las claves son bien sencillas, pero no suelen estar al alcance de todo el mundo: emoción, tensión, y firmeza narrativa. Con estos tres pilares ya se puede montar un buen sarao televisivo, y como viene siendo habitual, la cadena AMC ha vuelto a crear uno de los más atractivos. Inquémosle un poco más el diente…
"La escapada del centro comercial
fue una de las mejores escenas de la serie"
Y es que, la angustia de vivir en un mundo sin futuro, ni valores, ni esperanza, es la verdadera razón de vida de The Walking Dead. Quien se quiera plantar ante esta serie con la única intención de vivir un apasionado romance de callejones sin salida, gritos en la noche, y mordiscos por doquier, mejor que se vaya buscando un buen videojuego porque aquí estará abocado al desencanto seguro. Tampoco nos engañemos, la nueva ficción de la AMC juega también a darnos ese tipo de entretenimiento, pero no sólo se queda en eso. Ya lo sabíamos desde que descubrimos otras de sus series como
Mad Men, Breaking Bad, y Rubicon, y en esta ocasión no iba a ser excesivamente diferente por muchos zombis amenazantes que hubiera al acecho. Una vez más, los silencios en la espera son mucho más inquietantes que el ruido de unos zapatos buscando una salida en una escena de acción trepidante. El ritmo pausado y meticuloso se vuelve a hacer imprescindible para mostrarnos, sin perdernos ni un instante los matices de una escena, y los detalles vuelven a ser los grandes reyes de una función que todavía no está más que empezando. Pero ¿y los personajes?
A partir de aquí algún que otro Spoiler.
"Donde creían haber encontrado
una luz de esperanza, solo había silencio"
A éstos todavía les falta recorrido, y esa mirada en los ojos que exprese lo mucho que hemos vivido junto a ellos. Es verdad que seis episodios no dan para mucho, pero si podían haber abarcado lo suficiente como para ahondar un poquito más en su pasado y sus Almas. A diferencia de otras series con temporadas igual de cortas (como las británicas), a ésta no le ha dado tiempo, o no ha sido capaz (que al fin y al cabo es lo mismo) a desarrollar bien a todos sus protagonistas, quedándose algunos de ellos en meras caricaturas, eso sí, con gran potencial de cara a futuras temporadas. Porque si en un piloto que apenas duró una hora, fuimos capaces de sufrir junto a un hombre, que tuvo en la mirilla de su arma a la mujer que tanto amó, deberíamos haber sido capaces de empatizar algo más con muchas de las muertes que se producen en el campamento cuando éste es atacado por los Zombis. Por el contrario, ¡bien! por la maravillosa escena que se produce en el episodio siguiente, la del día posterior al ataque, donde una de las supervivientes y protagonista, se despide con lágrimas en los ojos, de su hermana convertida en zombi, acabando con ella y su agonía de un disparo en la cabeza.
"¡Brutal el maquillaje de Greg Nicotero!"
En cuanto a esos reyes silenciosos y feos del baile, que no son otros que los zombis, decir que, su secreto está (además de en un impresionante maquillaje que repugna y fascina por igual), en que no sólo suponen una amenaza constante en la sombra para los supervivientes, sino también son mostrados, en ocasiones, como seres andantes sin rumbo, vulnerables y perdidos en sí mismos, dejándose constantemente entrever que una vez fueron personas queridas por alguien. El terror que se desprende de sus caras y cuerpos desmembrados es muchas veces contrarrestado con la melancolía de sus siluetas, unos tristes recordatorios andantes que hacen pensar constantemente a los supervivientes en una vida pasada mejor, y llena de amor.
Para finalizar, quiero resaltar la frialdad del relato, que trasmite a la perfección lo inaccesible y peligroso que se ha vuelto el mundo tras el holocausto caníbal. Una austeridad en su tono y estilo tan premeditada y calculada, que al mismo tiempo también se provoca una difícil conexión con los protagonistas y muchas de sus motivaciones y actos. Tanto es así, especialmente en algunas ocasiones, que esta virtud se acaba convirtiendo en uno de sus mayores defectos. Será apasionante (o quizá frustrante) comprobar cómo se va a lidiar con esta contradicción de cara a las próximas temporadas, y sobre todo si serán capaces sus responsables de mantener un equilibrio constante y perfecto para este tipo de dualidad entre ambiente y narración. Yo, personalmente estoy ansioso por descubrirlo ¿Y tú?