Cuando, en el 2003, Robert Kirkman comenzó a publicar The Walking Dead, quizá nunca se imaginó que su cómic mensual se iba a convertir en uno de los eventos televisivos del año. Que ha generado marchas de gente vestida de zombis por todo el mundo. Y que haga que millones de personas se prendan de su televisor al mismo tiempo, o con horas de diferencia. Pues eso es lo que ha ocurrido: todo un fenómeno social se ha producido con la adaptación de la tira cómica. La fiebre zombi comienza.
The Walking Dead nos muestra un mundo devastado por un extraño virus que hace que la gente se transforme en zombi. Los seres humanos mutan en muertos vivos, deformados, que buscan alimentarse de las pocas personas que quedan. Si te muerden, te matan. Y, al poco tiempo, revives transformado en uno de ellos.
Digna heredera de cintas como La noche de los muertos vivientes y todas sus secuelas, de George Romero, The Walking Dead trae a los zombis a la televisión. Y lo hace trabajando el terror, pero también mezclando géneros como el policial y el western: la figura del sheriff que debe entrar al pueblo desconocido y explorarlo está muy presente, lo mismo que la sensación de calor y provincia que trae el sur estadounidense. En el primer capítulo, que veremos esta noche, la misión de Rick es llegar a Atlanta, donde en teoría hay un refugio de humanos. Un caballo y unas armas son lo único que lo acompañan. Los ecos del Viejo Oeste revividos en todo su esplendor. Pero con muertos vivos como los rivales, claro.
The Walking Dead fue seguido por 5,3 millones de espectadores, en su mayoría de entre 18 y 49 años, en su primera aparición en la pequeña pantalla, que se hizo coincidir con el día de Halloween.
Se trató del mejor resultado de audiencia conseguido este año por el estreno de una serie que se emite solo para televisión por cable en Estados Unidos y estableció el récord de televidentes para una serie de AMC, que tiene en su programación títulos ganadores de múltiples premios Emmy como "Mad Men" y "Breaking Bad".
Unos resultados que, salvo hundimiento del número de espectadores en las próximas emisiones, garantizan una segunda temporada de una serie de pocos capítulos, 6 en total, cada uno de una hora.
The Walking Dead relata las penurias por las que deben pasar un grupo de personas que sobreviven a un cataclismo que ha devastado la Tierra y ha desencadenado la mutación en zombis de la mayor parte de la población.
Andrew Lincoln (Love Actually, 2003) y Sarah Wayne Callies (Prison Break) protagonizan esta serie que trata de contar el drama humano que hay detrás de las tradicionales películas de zombis.