Los que me conozcan, ya sabrán por qué me acerqué a este disco. Y como casi siempre que utilizo este extraño filtro, el resultado es más que satisfactorio. The Walkmen tienen 10 años y 6 discos a sus espaldas, pero parece ser que nos hemos estado evitando todo este tiempo (ellos se lo han perdido).
Y esta relación comienza con Lisbon, el último disco de los neoyorkinos, que como habréis podido deducir está inspirado en la capital lusa. Y se nota no solo en el título y en la ensoñadora portada, sino también en las sonoridades que podemos encontrar en él, con cierto aire a nostalgia y sabor añejo. Como mejor ejemplo, los melancólicos vientos empleados en Stranded o el pesado desarrollo de guitarras ásperas de la canción que da título y que cierra el álbum.
Pero no se trata de un disco exento de cierta luminosidad, como demuestran temas como Follow the leader, Juveniles con las guitarras más pop de la colección, o la potente Victory, lo más parecido a un himno y por la cual Kings of Leon hubieran vendido un trozo de su alma.
Escucho los once cortes del disco como si subiera y bajara las 7 colinas de la ciudad, como si el empedrado de las aceras abrasara mis pies, con la misma sensación de desasosiego (placentero) que…
Perdón, prometo no volver a hablar de Lisboa al menos en los 4 próximos post que escriba.
Escúchalo en Spotify