Todo, absolutamente todo, lo que los Wild Feathers habían mostrado en su homónimo álbum de debut publicado el pasado año, para esta casa uno de los mejores de 2013, quedó confirmado durante la hora y media en la que los norteamericanos estuvieron subidos a las tablas de la Sala Caracol de Madrid. Un recinto que casi llenó un aforo que se mostró frío al principio, como expectante ante lo que podían ofrecer esos chavales de los que tanto y tan bien se había hablado, pero que se fue calentando a medida que los Wild Feathers iban desgranando su repertorio.CONTINUA LEYENDO
Todo, absolutamente todo, lo que los Wild Feathers habían mostrado en su homónimo álbum de debut publicado el pasado año, para esta casa uno de los mejores de 2013, quedó confirmado durante la hora y media en la que los norteamericanos estuvieron subidos a las tablas de la Sala Caracol de Madrid. Un recinto que casi llenó un aforo que se mostró frío al principio, como expectante ante lo que podían ofrecer esos chavales de los que tanto y tan bien se había hablado, pero que se fue calentando a medida que los Wild Feathers iban desgranando su repertorio.CONTINUA LEYENDO