The X-Files: Aliens Never Looked So Adorable

Publicado el 25 enero 2016 por Dro @Drolope
Hace un par de semanas que di por concluido mi maratón de The X-Files, una serie que me había recomendado muchísimas veces mi compañero Isidro y que, tras conocer la noticia de que volvía, no pude retrasarlo más y me puse con ella. Quién me diría que acabaría enamoradísima de todos ellos. 

¡Qué par de bebés!

The X-Files comienza con Dana Scully (Gillian Anderson), la pelirroja por excelencia de la televisión, recibiendo una misión por parte de los mandamases: espiar a Fox Mulder(David Duchovny), quien se encuentra al cargo del departamento de los Expedientes X, casos muy raros, con gran componente sobrenatural, que hace las delicias de la mente conspiranoica del muchacho. Scully no sabía realmente dónde se metía. Lo que empezó como una simple misión donde nos enseñaban que Dana no tenía ningún problema con el Word primitivo de los años 90, se convirtió en el viaje que le cambiaría la vida. Dana Katherine Scully es una mujer de ciencia, doctora, con unas bases en su cabeza muy bien asentadas y con las cuales analizará todo lo que caiga en sus manos o capte a través de sus sentidos. Sin embargo, también tiene el componente religioso dado que ella es creyente aunque sólo lo muestre en momentos puntuales y donde su razón y su corazón choquen. En este camino con Mulder, Dana no es que no esté dispuesta a creer sino que le parece un paso muy difícil de dar puesto que estaría cuestionándose a sí misma, su vida entera, un punto de inflexión del que no habría vuelta atrás. Scully es monísima, un trozo de pan analítico y emocional por partes iguales, una compañera de fatigas estupenda y que tiene más paciencia que un santo con Mulder, al que tiene que aguantarle sus “tonterías” y sus teorías “fantasiosas”. No olvidarnos de su pelo, rojo como un atardecer en otoño, precioso y conmovedor – una servidora ansía ese pelo –, ni tampoco los metros y metros de tela que la ponen a la pobre. No hace falta sobresexualizarla para recaer en ella, es genial por ser como es, por interpretar el contrapunto idóneo y porque, Scully, nunca perdí la esperanza de que creyeras.

ESE PELO ES PORNO

Por su parte, Fox William Mulder es un hombre predispuesto a creer en otros seres, misteriosos hombres verdes que marcaron su vida para siempre debido a un terrible suceso. Buscará la explicación más inverosímil pero a la vez ajustada para cada caso, lo que nos llevará a echarnos unas risas con él y comprobar que si lo dice él, es verdad. No dudéis nunca de Mulder, amigos. Se sabe los expedientes X al dedillo a pesar de que son muchísimos; ha dedicado su vida a ese departamento, incluso, según los agentes que conocen su currículum, echó por la borda una impresionante carrera en el FBI para seguir lo que su corazón le dictaba. Mientras Scully es la razón, mi querido amigo Fox – a mí me deja tutearle – es la pasión de la pareja, el hombre que no se cansa porque the truth is out there y hay que conocerla, sacarla a la luz y exponer a todos aquellos que la han ocultado durante tanto tiempo. Mulder es otro trozo de pan lleno de ideales, de combates que tiene que ganar, con un dolor y una culpabilidad grandes que le impulsan a seguir hacia adelante. El recuerdo de Samantha, su hermana, es su motor hasta que otra persona se convierta en un combustible incluso más potente.

Aquí hay AMOR

Si tuviera que elegir entre uno de los dos – y creo que esto es una cabronada como la copa de un pino – sería #TeamMulder sin dudarlo, sin menospreciar en absoluto a Scully. Ya Isidro me advirtió que me iba a caer mejor y, cómo no, dio en el clavo. Adoro a Mulder: su pasión, su sentido del humor con el que me lo paso bomba, cómo trata a Scully, cómo la mira, su pelo pornoso, sus teorías locas pero acertadas, su rabia, su fuerza… Lo he pasado muy bien y mal con él porque se ha ganado una parte de mi corazón, y Scully no se queda atrás en ello. Tienen una relación de amistad brutaldonde, con el paso del tiempo, se han conocido a la perfección, podrían acabar las frases del otro porque saben lo que están pensando. Esta relación no sólo se basa en la amistad sino también en el respeto y la admiración entre ellos, donde los puntos débiles de uno se compensan con los puntos fuertes del otro, aprenden del otro. Se tratan como iguales, no se da una supremacía al hombre por serlo, sino que ella también tiene su propia voz y se hace oír. Scully luchará por Mulder pero este no se quedará atrás y hará lo mismo por ella, ambos con gran intensidad. Pero lo más atractivo de esta relación es su química, visible desde el primer minuto y que tantos quebraderos de cabeza le ha dado al fandom. Perdonadme el lenguaje pero Mulder se folla con la mirada a Scully cada vez que la ve, le atrae TODO de ella, no es sólo una cara bonita, sino también un cerebro precioso e interesante que le animará a reflexionar sobre lo que está haciendo en cada paso del camino. Y a ella también le atrae obviamente porque no es sólo Fox “Pelo pornoso” Mulder, sino que es un hombre lleno de pasión por sus creencias, divertido, un AMIGO en toda regla que estará apoyándola hasta que su cuerpo y su alma aguanten. De verdad, su relación es PRECIOSA y CONMOVEDORA porque es REAL a pesar de ser ficción. Por esto, amigos, Scully y Mulder forman la Ultimate OTP, la OTP de las OTP’s, porque son perfectos dentro de su imperfección, porque su lucha mano a mano es inspiradora, porque su amistad se convierte en un precioso cisne llamado amor – ha sonado muy cursi esto –.

Se le odia y también se le quiere

Aunque parezca que esta serie sólo sean Scully y Mulder, no es así. Les acompañan un plantel de personajes que amarás o amarás, excepto que les hagan mucho daño a la pareja protagonista y entonces, sí, los odiarás. Empiezo con Walter Skinner (Mitch Pileggi), el director adjunto que manda los casos a este par de tortolitos obcecados en que entre ellos no hay nada. Es posible que al principio no caiga en gracia – a mí no porque el personaje de Pileggi en Supernatural me tocó mucho la moral y le cayó el sambenito – pero luego irá calando poco a poco en uno porque, ay, Skinner, lo mucho que te quiero. Es un señor al que, cada vez que le veo, me dan ganas de besarle la frente. Ese es mi nivel de amor por él. Por otro lado tenemos a la leyenda, a The Smoking Man (William B. Davis), uno de los mejores villanos con los que me he encontrado en la televisión. Es un personaje que da muchísimo juego, interesante hasta decir basta y que me produce una ternura muy rara para ser un antagonista como tal. Tengo una relación amor/odio con él. Otros personajes que vamos conociendo son la familia de Scullyy a la de Mulder; a Alex Krycek (Nicholas Lea), a quien no soporto; a Marita Covarrubias (Laurie Holden), un personaje que tiene un nombre genialísimo y una voz sexy a la par que tranquilizadora – es muy difícil de explicar –; o un trío de excepción que no puedo quererlos más, The Lone Gunmen, formado por Melvin Frohike, Richard Langly y John Fitzgerald Byers. No os diré nada más de ellos ya que tienen su propio episodio para contar el origen del grupo, el cual tiene tela, pero son estupendos y se han ganado mi corazoncito también. Hay muchísimos más, por personajes no lloramos, ni tampoco por caras conocidas. Si queréis mi opinión, no, no soporto a Doggett (Robert Patrick) pero Reyes (Annabeth Gish) me cae muy bien.
La serie es un procedimental puro y duro de nueve temporadas, 22 episodios de media, 45 minutos por cada uno, lo que supone un largo viaje, pero eso no significa que de vez en cuando hagan algo fuera de lo normal, como un episodio cómico o capítulos dobles o triples con una misma trama. Ambas opciones son mis favoritos de esta serie. En los episodios cómicos podemos ver a Scully y Mulder enfrentarse a cosas muy locas, que ellos tengan una actitud más distendida o que hagan ciertas cosas que vuelven loco al fandom (Arcadia, Triangle, Bad Blood, amigos, BAD BLOOD). Y en los episodios dobles o triples se sigue la trama conspiranoica de la serie, la que mayor fuerza tiene y donde The X-Files brilla con luz propia (el paso de la segunda temporada a la tercera es para quitarse el sombrero y hacerle la ola, así de claro). ¡No hay que olvidarse las películas! Hay dos en total: la primera va entre la quinta y la sexta temporada y es un peliculón; mientras que la segunda va al terminar la serie y, si has esperado varios años, va a ser un fraude pero, si en mi caso la ves después de la serie, pues no está tan mal aunque me quedo con la primera. Ay, Chris Carter, qué manera de tomarle el pelo a los fans. ¿No te da vergüenza?
Como en todas las series, hay tramos que se hacen muy cuesta arriba y otras en la que va todo rodado. La octava – de la que salvo ciertas cosas. A ti Doggett no – y la novena fueron muy infumables en general, mientras que la sexta es mi temporada favorita dado que la disfruté como una niña pequeña. Todo depende de cada uno, por supuesto, y de las ganas que le ponga. Siempre pienso que las series largas hay que empezarlas con mucho ánimo y tener infinitas dosis de paciencia. Si te gustan los personajes, si van calando, como en el caso de esta serie, tienes el 50% ganado.

The X-Files vuelve a nuestras pantallas de televisión pidiéndonos que volvamos a creer no sólo en su magia sino en sus personajes, en el amor entre Scully y Mulder, sus aliens y bichos asquerosos – ¡qué fijación con los insectos, Dios mío! –, sus conspiraciones y humo, mucho humo. Si todavía no has visto esta serie estás tardando; te espera un viaje maravilloso. Y si ya has caído rendido ante ella, espero que sigas creyendo.
The truth is still out thereP.D: Gracias, The X-Files, por entretener mis noches durante los últimos meses, por hacerme pasar mucho asco con tus monstruos y morirme de amor con tus aliens, por tener personajes tan apasionantes, por hacerme creer, ya sea en extraterrestres o en el amor más puro que el ser humano puede sentir, porque no hay que confiar en nadie excepto en tu compañero/a, porque el humo le puede dar un gran toque a todo, porque yo también quiero un apodo con el que se refieran a mí en la oscuridad, porque quiero un póster con el "I Want To Believe" en mi cuarto. Oh, The X-Files, gracias por tanto en tan poco tiempo.

Irene (@MissSkarsgard)