Thelma
Año:
2017
Fecha de estreno:
23 de Marzo de 2018
Duración:
116 min
País:
Noruega
Director:
Joachim Trier
Reparto:
Eili Harboe,Ellen Dorrit Petersen,Okay Kaya,Henrik Rafaelsen
Distribuidora:
Surtsey Films
Estos últimos años hemos tenido muchas películas que se acercaron al tema de la adolescencia, del despertar sexual y del tránsito a la adultez desde el género fantástico, siendo lo sobrenatural la figura de ese cuerpo revolucionado por el crecimiento. En ese sentido, la película noruega llega con grandes pergaminos pero bastante tarde como para sorprender demasiado: Venimos de la fallida, aunque muy celebrada, Crudo, y de la magnífica Verónica de Paco Plaza. Thelma estaría, sin embargo, más cerca de la alemana Requiem, esa película sobre el caso de posesión de Anneliese Mitchel donde el abordaje al género era siempre de costado y con una sutilidad que dejaba al género más en el lugar de excusa que otra cosa. Pero la principal razón por la que la película de Trier es mucho más que la de Hans-Christian Schmid, es porque en donde la sutilidad de la segunda está ocultando mal una incapacidad para acercarse al género, en la primera hay un conocimiento cabal del mismo, dando como resultado una película que no por entregarse abiertamente al fantástico, deja de ser inteligente.
Por lo dicho anteriormente, pareciera que doy a entender que Thelma es una película sutil. En realidad es todo lo contrario. Es cierto que tarda bastante en mostrar las cartas más poderosas que tiene y que nunca ocurre una exhibición de cosas volando por los aires al mejor estilo Carrie (de la que bebe mucho), pero no por ello deja de haber mucha pirotecnia visual. Las elecciones estéticas mediante las cuales se nos muestra el sufrimiento interno de Thelma son muchas veces bastante cuestionables y agobiantes, y puestas en medio de esa narración pausada se sienten como una obligación del director de mostrar un poco de chicha para poder pasar otro buen rato narrando a su ritmo. La duración se deja sentir en el primer tramo del film porque hay una narración bastante deficiente, al menos hasta que ocurre el punto de inflexión.