De cualquier manera, para un fan de los Beatles como soy yo, no deja de ser emocionante estar allí. No hizo falta que el banco o la barbería estuvieran realmente allí para que el genio de Paul componga una de las mejores canciones de todos los tiempos (…esa melodía, ese tempo, esas trompetas!!!!!). Para algunos es sólo una calle, para mí es Penny Lane.
Penny Lane está bastante alejada del centro de Liverpool, en el barrio de Woolton, al sur de la ciudad. Woolton fue, es y será, un barrio de obreros, y allí vivieron y crecieron John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, los “Fab Four”. Para llegar hasta allí desde el centro de Liverpool, hay que tomarse el bus A562 y bajarse en la mismísima rotonda de Smithdown Road (de hecho, la rotonda es un intercambiador de líneas de autobuses), y allí mismo, hacia la derecha, comienza Penny Lane.
Un detalle de color: hacia el final de la calle, a mano izquierda, y entre tanta casa toda igual, hay una mansión, que pertenece al Liverpool Futbol Club, y que es dónde antes vivía Fernando Torres cuando jugaba allí, y que ahora ocupa el delantero uruguayo Luis Suárez. Una frivolidad…
La calle se llama así por un tal James Penny, un tipo que en el siglo XVIII se hizo rico comerciando con esclavos. A raíz de esto, hubo una polémica un tiempo atrás, cuando una legisladora de Liverpool quiso cambiar los nombres de todas las calles de la ciudad que hicieran referencia a la esclavitud, y se topó con Penny Lane. La respuesta de la opinión pública fue clara: la propuesta es muy noble, pero Penny Lane no se toca. Y no se tocó…
Después de recorrer la calle, y hacer la típica foto en el cartelito, toca volver a la rotonda a tomar el autobús, en mi caso silbando bajito una canción que dice “…there beneath the blue suburban skies…”.
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