Que tengo que medir mi exigencia no ya sobre mí, sino sobre los demás. Que no tienen culpa de mi estrés existencial.
Que me tengo que cuidar más. Y aprender cómo hacerlo.
Que muchas veces mejor callada. Tranqui, por mi camino...
Que me gusta lo que hago a días. Otros, me limito a subsistir. Como todos, supongo.
A veces es complicado, Mary...
Que un año se pasa muy deprisa para algunas cosas y muy lento para otras.
Que, pese a todo, sigo teniendo suerte y hay que dar (más) gracias.
Y que no sé dónde estaré el año que viene por estas fechas. Y me gusta esa incertidumbre.