Seth Rogen y Evan Goldberg debutan desde la dirección con esta película que, en su intento de combinar lo gracioso con lo apocalíptico, se queda en el camino sin resucitar a un rubro en crisis en materia cinematográfica. Lo que aparentaba ser un concierto de frenesí sin parates encuentra en su desarrollo unos cuantos baches en lo que respecta a gags y a diálogos que, en su afán de divertir, se tornan repetitivos hasta la supresión del mínimo esbozo de sonrisa en nuestro rostro. Si bien la banda sonora ayuda a aligerar el ritmo y a hacernos pasar momentos apreciables, hay algo que no termina de encajar, de funcionar. This is the End parte de la reunión de actores en una fiesta desbordante de alcohol y fumatas. Un temblor apabulla a los invitados, de la mano del acercamiento del fin del mundo, por lo que los sobrevivientes deciden instalarse en la casa de James Franco, resistiendo amotinados allí mientras se va dando una serie de sucesos hilarantes.
LO MEJOR:Jonah Hill, definitivamente tiene un carisma muy peculiar, contagia, agrada. Un par de instantes hilarantes. Ending scene. LO PEOR:le cuesta horrores encontrar estabilidad. Tambalea entre secuencia y secuencia. No es tan desternillante como solicita el género. Le sobran, al menos, quince minutos
PUNTAJE:5