Además, y aparte del relato de la campaña que Lawrence hace a sus mandos, donde expresa con suma energía y rapidez los acontecimientos que cambiaron lo que hoy conocemos como Oriente Medio, cabe resaltar ese otro lado del personaje, más íntimo y cercano, a través de las cartas que escribe a su familia, en las que podemos apreciar a un ser culto y preocupado por el arte y la cultura en general, pues no se nos debe pasar por alto su vertiente de arqueólogo primero y de brillante escritor después, como transmisor de sus vívidas experiencias, que plasmó en las novelas autobiográficas Los siete pilares de la sabiduría y El Troquel. En definitiva, Lawrence fue un hombre intrépido, que supo vivir en la frontera que divide la realidad de los sueños; una dualidad que quedó muy bien retratada en su famosa frase: “existen dos clases de hombres: aquellos que duermen y sueñan de noche y aquellos que sueñan despiertos y de día… esos son peligrosos, porque no cederán hasta ver sus sueños convertidos en realidad”.
Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.