AUTOR: Pam Smy
EDITORIAL: Blackie Books
Sinopsis Editorial:
«Ella ha vuelto. Del miedo me entran escalofríos, que me recorren la espalda desde la nuca. ¿Y ahora qué hago?»
En Thornhill, un orfanato encantado, el terror puede no venir de los fantasmas, sino de las niñas que duermen a tu lado. Y la amistad, de las que leen tu diario muchos años después…
Hoy os traigo un libro que me ha encantado. Reconozco que la foto no le hace justicia porque es de esos libros que entran por el ojo en cuanto los tienes en tu mano, pero no se queda solo en eso ya que su contenido me ha gustado muchísimo: La autora no ha podido elegir una forma mejor para contarnos esta historia.
Es la tercera vez que leo un libro de este estilo (las dos anteriores fueron las novelas de Brian Selznick "La invención de Hugo Cabret" y "Maravillas"). En los tres casos para mí han sido lecturas cinco estrellas. Son libros que van contando la historia de dos formas alternas, a través de ilustraciones (¡ojo! no es un cómic) y a través de texto. En este caso además, esa alternancia nos va cambiando de época.
Por un lado el texto nos situará en 1982 donde iremos leyendo el diario de Mary Baines, una niña que vive en un decrépito orfanato donde no se relaciona con nadie. Mary prácticamente no pronuncia palabra y por si fuera poco es el blanco de todas las burlas y maldades que se le ocurren a una de sus compañeras. Mary pensaba que por fin se había librado de ella cuando se la llevaron, pero no, tras un tiempo en acogida la devuelven al orfanato y las pesadillas de Mary vuelven a empezar.
Pam Smy. Fotografía de Shaping the View
Por otro lado a través de las ilustraciones avanzamos treinta y cinco años y nos situamos en 2017. Ella Clarke se ha trasladado a vivir a una casa frente a las ruinas del orfanato. Ella vive con su padre pero se pasa el día sola. Las ruinas del orfanato son como un imán para ella y un día cree ver a una niña merodeando por allí, así que decide investigar un poquito.Si la historia de Mary es interesante, la de Ella no lo es menos. Poco a poco vamos avanzando en ambas tramas hasta que la autora las convierte en una sola. Cómo exactamente, no os lo voy a decir, pero lo hace del único modo que iba intuyendo a medida que leía, eso sí, esa última ilustración añadida al libro consigue al final ponerte un poco la piel de gallinita.
La profe me ha mirado un par de veces después, durante la clase, como si algo la desconcertase. Como si sospechase que algo va mal, pero no supiese decir el qué. Sé que no intentará averiguarlo. Estoy rodeada de adultos, tanto en Thornhill como en el colegio, y ninguno de ellos es capaz de ver lo que está pasando. No quieren saberlo. No lo entiendo. Qué les impide sentarse y preguntarme en serio: ¿Qué tal estás? ¿Va todo bien? Creo que tienen miedo a que sea sincera y a verse obligados a hacer algo, a involucrarse. Tal vez sencillamente no puedan imaginar algo tan desagradable y cruel. Quizá no quieran pensar que algo horrible les pueda estar pasando a alguien que conocen.
Ella Clarke también se nos revela como una niña muy creativa y curiosa y aunque ella no sufre acoso, pasa tanto tiempo sola, que al igual que Mary, su habitación parece ser el mejor lugar, aunque no dudara en atravesar la verja de los terrenos del orfanato para saciar su curiosidad.
Puedo vivir siendo torturada por el día, pero el miedo que siento por la noche es insoportable.Es una lectura oscura, pero no podría ser de otro color dada la historia que cuenta y se devora de una sentada a pesar de sus más de quinientas páginas. Para mí es un libro muy recomendable y me encantaría ver publicadas más historias con este tipo de formato.