Tía Amapola hecha una fiera apagó el televisor. «¡Yo no sé cómo lo he podido aguantá tantos años! ¡Dios mío, pero ¿Cómo se le ocurre mostrar mi zanahoria en televisión?!
Casi rompe la pantalla del Iphone de lo fuerte que le daba para llamar.
—¡Aris, pásame a Padrino, Ya! ¡Que se vaya a mamá Zapatero! Que lo llame después.
Tía Amapola estaba tan furiosa que parecía que las prótesis mamarias le iban a estallar de lo acelerada que tenía la respiración.
—Pero bueno, chico, ¿Por qué coño tu sacas de mi mesa de noche esa vaina y la muestras a todo el mundo? ¡Tú sabes que te tengo prohibido tocá mis juguetes! ¡Y, además de sacá esa vaina sin mi permiso, tienes los cojones de ofrecésela a Ayú! ¿Por qué no le ofreces ese moco de pavo fláccido que tienes entre las piernas y me dejas mi zanahoria quieta en…
Ver la entrada original 1.617 palabras más
Publicado en Uncategorized