Más frío que el hielo y más cruel que ninguno, pasaba su tiempo libre maquinando cómo fastidiar (en el mejor de los casos) a sus aldeanos y en especial a todo aquel que osase pedir la mano de Saralinda, su bella sobrina.
Hasta el momento todo pretendiente había sido rechazado por no superar las difíciles pruebas establecidas hasta que llegó nuestro valiente protagonista quien decidió ir a por todas y luchas por su amor. Así, con la ayuda del Gólux, un ser muy peculiar que tiene la obligación de ayudar a quien esté en peligro, trató de conseguirlo.
Por si esto no fuera poco, tenía que lograrlo cuando los relojes de palacio dieran las cinco sin embargo, había una gran pega pues los relojes estaban congelados, como su dueño, y es que hace años el Duque mató al señor Tiempo y desde ese momento siempre es ENTONCES nunca AHORA. El presente en el Castillo del Ataúd no existía. ¿Como consiguió que sonase el tic-tac en el reino de nuevo? ¿Cómo reunió las mil piedras preciosas?
La obra de hoy es una fábula tanto para niños (a partir de los diez años quizá) como para mayores. Buena narración e ingeniosa historia. Es original y se lee muy rápido. La introducción del libro corre a cargo de Neil Gaiman autor de Coraline y Stardust, entre otras obras conocidas. La verdad es que el escritor inglés vende muy bien Los 13 relojes de James Thurber.
Por otra parte, en la edición se han incorporado las ilustraciones originales de Marc Simont, amigo de Thurber que hizo los dibujos para la primera tirada, la de 1950.
-Curiosidades:
-En 1953 se hizo una adaptación televisiva y en 2008 se adaptó al género musical.
-El Duque pierde un ojo en la novela con doce años mientras que el escritor lo perdió a los seis.
-James Thurber era famoso por sus caricaturas. No ilustró Los 13 relojes porque su vista estaba muy deteriorada de ahí que recurriese a su buen amigo Marc Simont.
¡Saludos devorador@s!
Agradecimientos Ático de los Libros