Tiempo. Cuando te quedas, no sabemos qué ofrecerte; cuando te vas, hasta la taza de té se desperdicia

Por Armatti @armatti

Alguna vez escuché que el mayor enemigo del hombre es el tiempo: A veces pasa que, cuando estamos haciendo algo que nos gusta, se nos pasan las horas como si fueran minutos, mientras que por otro lado, cuando necesitamos que pase el tiempo, hasta parece que las manecillas del reloj se retrasan.

Todo esto pasa porque no tenemos una buena organización de nuestra vida, hay que aprender a ver cómo desperdiciamos nuestro tiempoUna persona puede ser muy activa y sin embargo perder su tiempo“, y esto es debido a que realizamos cosas que ni siquiera debemos hacer o simplemente no hacemos nada con él cuando tenemos oportunidad. La mayoría de las personas no aprovechan el día, se rigen por la monotonía: se levantan, van a trabajar, no hacen ninguna diferencia o alguna aportación nueva, regresan a casa, revisan su facebook y se van a dormir, y los viernes para rematar, van a algún antro o esperan ansiosamente que se haga una fiesta porque no tienen idea de cómo sacarle provecho de otra forma al fin de semana. Conozco personas que esperan gastarse su sueldo para ir a un antro o que si les “sobra” dinero no piensan en formas más útiles para gastarlo. Y está bien hacer con tu tiempo las cosas que te gustan, pero cuando esto se vuelve más costumbre y es impulsado por la falta de imaginación para encontrar otras formas de divertirse, puede que no te esté rindiendo bien el tiempo.

No sabemos cómo empezar a darle forma a nuestros sueños y aquellas decisiones que nos acercan a nuestras metas se postergan indefinidamente y terminamos desperdiciando oportunidades que nos acercarían a ser mejores. Yo mismo he pasado múltiples noches en las que, por alguna razón, me entran las ganas enormes de hacer cosas, pero cuando veo la hora ya es muy tarde para hacerlas todas.

El título de esta entrada es una frase que se me ocurrió al darme cuenta de lo irónico que es el tiempo cuando no administramos bien nuestra vida, me di cuenta que cuando nos dejamos llevar por el cauce del tiempo el reloj es inclemente con nosotros, y lo gracioso de todo esto es que sólo tenemos que detenernos y pensar por dos minutos cómo podemos aprovechar al máximo nuestro tiempo y nos daremos cuenta de todo aquello que dejamos de hacer, todo lo que hacemos de más, aquello que debemos hacer e incluso lo que debemos dejar pasar. Habrá que sacudirnos la pereza al momento de decidirnos por hacer más con nuestro tiempo, afortunadamente dicen que eso sólo es difícil al principio.

Lo más importante es tener tiempo para hacer las cosas que te gustan, el placer de hacer lo que te gusta es lo que te puede impulsar para seguir más allá de lo que te propongas y para hacer más llevadera la vida diaria que tenemos. Trata de conseguir un trabajo en donde haya un equilibrio laboral, familiar y personal, de nada te va a servir un sueldo elevado si para conseguirlo tienes que sacrificar tu tiempo en las otras dos áreas. Soy un fiel creyente de que no sólo se debe compartir la riqueza que juntamos sino el tiempo que podemos compartir con aquellos que queremos: el tiempo que pasas con los demás, lo que les dedicas personalmente, es el mejor regalo que puedes dar.

Haz lo que te gusta hacer sin descuidar tus responsabilidades, no digas “no tengo tiempo” o “necesito hacer esto primero“, no sacrifiques años de tu vida por “un futuro mejor” que llegará en cinco o que quizá no llegue -dentro de una semana podría atropellarte alguien que tiene prisa por llegar a su trabajo- la vida está plagada de oportunidades, la vida es maravillosa uniendo cabos y dando sorpresas, el tiempo es el inclemente. =)