Una de ellas es el bisbita alpino Anthus spinoletta, que además reclama sin cesar como invitando a sus pequeños que ya están bastante crecidos a salir del nido.
Otro pajarillo que alimenta a sus crías con fruición es el escribano montesino Emberiza cia, como por ejemplo este macho que descubro en una ladera pedregosa del sur de Tineo, también reclamando insistentemente, aunque en este caso los pollos están menos crecidos ya que empieza a criar más tarde que el bisbita.