A todos estos hechos, hay que sumar las restricciones que dificultan el acceso a estas técnicas. A nivel público la edad máxima para el acceso a los tratamientos de Reproducción asistida se sitúa en 38 años para las IA’s y en 40 para las FIV’s, para las mujeres, y en el caso de los hombres hasta los 55 años.También se limitan los intentos y se fijan en 4 intentos para las inseminaciones y 3 para la Fecundación in vitro (datos variables en función de la Comunidad Autónoma). Y se establecen algunos requisitos como no tener ningún hijo sano con la misma pareja, o haberse practicado una ligadura de trompas o una vasectomía anteriormente.Por otra parte se dispone que solo quedarán incluidas las terapias de fertilidad cuando esta sea “estrictamente patológica”, quedando excluidas así mujeres solas que deciden ser madres y el colectivo de parejas lesbianas. Según el estudio antes mencionado, impedimentos que se han detectado en el 41% de los hospitales públicos participantes en el estudio. Y aunque la OMS (Organización Mundial de la Salud) califica la infertilidad como problema de sanidad pública, existe, en España, un claro fallo en el sistema.
Se estima que unas 800.000 parejas españolas tienen problemas para conseguir el embarazo y muchas de ellas se ven obligadas a recurrir a centros privados para poder someterse a un ciclo de Reproducción Asistida.