"La crisis financiera que golpea a los Estados centrales (y que amenaza al mundo periférico) ha derivado en "crisis social" por medio de tres actores centrales: La baja de salarios como producto de los ajustes, la baja de la capacidad de consumo, el trabajo en negro y el desempleo, que afecta principalmente a los sectores más pobres y vulnerables de la sociedad mundial. A los especialistas del sistema sólo les preocupa el impacto de la crisis en el "mercado" y en las sociedades de los países centrales, pero nadie presta atención en el impacto (y en el desenlace) que finalmente va a tener la crisis con desocupación en las áreas subdesarrolladas y emergentes que cobijan a las poblaciones más pobres y desprotegidas del planeta."
Los gobiernos de veintiocho países desarrollados actuaron de concierto para hacer bajar el precio del petróleo y salvar la recuperación económica mundial. En estos últimos diez días, los inversores profesionales, los especuladores y los habituales manipuladores compañeros de viaje han logrado torcer el brazo de esos gobiernos, forzando de nuevo un alza en los precios del crudo. A la vista de lo cual, y del terrible frente de datos económicos procedentes últimamente de Europa, mejor harían esos gobiernos en buscar de nuevo una vía para evitar la especulación sobre los precios de los alimentos y de los combustibles: de lo contrario, la Gran Recesión, Segunda Parte, nos aguarda a la vuelta de la esquina.
Un análisis certero del colapso que nos aguarda. En este artículo de Manuel Freytas.
Mientras, los poderes económicos siguen apostando por las mismas soluciones que no evitan que vayamos hacia otra segunda gran recesión. Ayer sin ir más lejos fue una jornada dramática para la deuda italiana y española de graves consecuencias.