Cristina González.- El lobby sionista es el que lleva las riendas del gobierno de Donald Trump, según la percepción de muchos analistas internacionales. Esto no es para sorprendernos porque el AIPAC, Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel, también ejerce su poder sobre el Elíseo, bajo las siglas CRIF -Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia- desde los tiempos de Francois Hollande, Nicolás Sarkozy y Manuel Valls, (ex primer ministro y miembro del Club Bilderberg).
¿Estamos, entonces, ante un tiempo de peleles en las presidencias de estos países del primer mundo como Francia y Estados Unidos? Porque también es clarísimo que en lugares penetrados, invadidos, ocupados o protegidos por Estados Unidos, como el Oriente Medio o el continente africano, sin hablar de los países de Centro y Sur América, la mayoría de esos altos cargos son puestos a dedo por ¿Washington? ¿el Pentágono? ¿el Club Bilderberg? o ¿el AIPAC?
Cuando Naomi Klein, la escritora canadiense autora del libro “No Logo”, nos dibuja cómo los países naciones pasan a ser meras marcas después de un proceso de vaciamiento de sus instituciones y de la privatización de las funciones de estos Estados por parte de empresas transnacionales que conforman el conglomerado que representa a la globalización, nos está describiendo lo que pasa cada día ante nuestros ojos, incrédulos cuando no perplejos, mientras los cárteles mediáticos, privados, por supuesto, nos lo presentan como el progreso, la modernización, el desarrollo, el éxito de las economías, la productividad, el futuro, y bla, bla, bla… un montón de términos tan trillados como falsos, que los “acuciosos tertulianos” de los programas mañaneros de Antena 3, TVE y la DW alemana, nos venden, ante nuestros ingenuos ojitos tercermundistas, como la única opción. No importa que simultáneamente miremos por esas mismas pantallas los brutales padecimientos de países “europeos”, pero del sur, como Grecia, Italia y ¡hasta la misma España! en cuanto a desempleo, hambre, desahucios, feminicidios, consumo y distribución de drogas, estafas, corruptelas y paremos aquí.
Y, como nos referíamos a España, uno de los países PIGS, según los califica alguna prensa, cabe preguntarse ¿quién de los dos últimos presidentes del reino de Felipe el último, fue más pelele, Rajoy o Sánchez? y ¿quién escogerá al próximo en abril?
Cristina González Profesora UCV