¡Hey!
Viendo las reacciones del personal, hay algunos temas que me llamaron la atención.La motivación del crimen
Existe un consenso sobre lo que provocó el crimen en la revista Charlie Hebdo. Resulta que esa revista publicaba caricaturas de Mahoma y hacía chistes con el tema de la morería. Muchos han contrapuesto la valentía de los humoristas al tratar temas espinosos a la cobardía de los terroristas por responder con las armas (en lugar de fundar ellos una revista de humor satírico y reirse de los infieles, supongo). Es decir, el consenso orbita en torno a que el atentado fue una respuesta a una provocación. Se racionaliza la causa de la agresión en el comportamiento de la víctima.
Cándidos. Pues claro que las balas detienen los lápices. De eso va la vaina. Qué estomagante cursilería. pic.twitter.com/h8fHweQbw2
— Juan Pablo Arenas (@arenasjp) enero 8, 2015
Eso es como cuando aquel juez le decía a una víctima de violación que llevaba pantalones muy ajustados o la falda muy corta. O como cuando te roban el coche y te dice la policía "es que un coche así no lo debió aparcar en este barrio". Se traslada la causa de la agresión al comportamiento de la víctima y es un grave error. Ni a la chica la violan por llevar la falda corta, ni a ti te roban el coche por ser un buen coche, ni a los del Charlie Hebdo los asesinan por publicar viñetas de Mahoma.
¿Qué viñetas publicaban las víctimas del 11 de marzo? Que yo sepa ninguna. Racionalizar el terror, buscarle explicación concreta, es entrar en un juego perverso de valoración ética del terror. El terror es terror. Para el terrorista, tú eres un objetivo legítimo. No importa si eres moro de misa diaria (como demuestra el hecho de que la inmensa mayoría de víctimas del islamismo son musulmanas). Decir que les atacaron porque sus sátiras les ofendían lleva a pensar que de no hacer esas sátiras no les iban a atacar. Y eso es un error.
Hay que ir más allá para buscar la motivación del crimen. Un buen sitio para empezar sería averiguar de dónde sacaron los fusiles. Tratar de matar a doce personas con palos de escoba e insultos muy fuertes sería algo más complicado. También hay que averiguar de dónde sale la idea de que no es mala idea matar a gente.
"Es duro que te amen unos gilipollas".
Los musulmanes no condenan los atentados islamistasEsta es una idea muy loca que suele pulular por ahí cada vez que un tipo corta una cabeza en nombre de Alá o comete un atentado. Es muy raro cómo esta idea se abre paso cuando es una mentira gorda. Cada vez que hay un atentado, diversos portavoces de grupos musulmanes condenan con rotundidad ese atentado y siempre repiten que quien mata en nombre de Alá se coloca fuera del islam.
Supongo que parte de la confusión surge porque el islam carece de una estructura jerárquica. El islam no tiene "Iglesia" ni "cabeza de la Iglesia". Existen asociaciones civiles de gente que profesa la fe musulmana que carecen de entidad para representar a toda la religión. Pero aún así estas entidades condenan los atentados, claro que los condenan (en Francia, España, etc.).
¿Se puede alimentar a un musulmán después de medianoche?
Uno de los temas estrella es el debate "fanáticos contra moderados". Hay gente que no concibe que existan musulmanes moderados porque todos son fanáticos. Gente que dice que el islam, como visión del mundo más allá de los dogmas y ritos religiosos, es una cosa ajena a nuestro mundo occidental, nos quiere destruir y nosotros tenemos que defendernos. Cinco minutos de estudio de la historia de los países musulmanes o de la historia de la religión islámica sirven para descartar esa idea, pero la gente no tiene cinco minutos para aprender algo nuevo.
El islam no es un todo compacto. Ni siquiera es una galaxia de átomos dirigidos en una dirección común. Lo que conocemos por mundo islámico es una cosa muy compleja, con diferentes visiones religiosas y políticas. La religión que con mucha diferencia proporciona más víctimas a los terroristas islámicos es la musulmana. En el orbe islámico existen intereses políticos enfrentados entre sí: Riad por un lado, Teherán por el otro. Hay países centroasiáticos de mayoría musulmana, que debido a décadas de dictadura comunista adquieren apariencia y ritos laicos. Está por ejemplo el modelo marroquí que ha tenido bastante éxito en proporcionar una prosperidad lenta pero constante y una sustitución de las prioridades nacionales de la religión hacia el nacionalismo monárquico que tienen por allá. Luego están albaneses y bosnios que son moros porque la abuela va a la mezquita, que si no de qué. Está siempre la pseudoinfiel Turquía, el antiguo imperio que adoptó una estética occidental demostrando que a veces la estética lo es todo. En Turquía el día grande es el día nacional, y la gente celebra el kemalismo con enormes fotos del padre de la patria que aparece con corbata y chaqueta, no con turbante y chilaba.
En el exótico y desconocido sudeste asiático tenemos al mayor país musulmán del mundo, Indonesia, con sus 200 millones de fieles cuyas prácticas religiosas son tan diferentes entre sí como todas las que encontramos en Oriente Medio. Y las mujeres conducen, conducen fatal pero conducen. Un país en el que el islam fue un instrumento para deshacerse de los colonizadores. Como en tantos otros países musulmanes, la religión y la nación se mezclan de una forma que nos es ajena en Europa porque aquí inventamos la nación contra reyes que se apoyaban en la religión.
Así que cuando la gente aquí habla de islam, yo no sé de qué están hablando. Yo puedo distinguir entre el religioso moderado y el fanático igual que distingo entre Sergio Ramos y monseñor Blázquez. Ahora, poner a los terroristas como si fueran parte intrínseca del islam es como meter al KKK en el mismo saco que el obispo de Roma.
Qué cosas más raras hacen estos cristianos.
Sí es verdad que parece que comienza a cristalizar una idea que me parece muy atractiva: la idea del dolor compartido. Implicar a los musulmanes en la lucha contra el terror. Si los terroristas cada vez que invocan a Alá se están cagando en Alá, tú tienes que contribuir a derrotarles. Esta idea conecta con otra idea sobre la implicación de países musulmanes aliados de occidente en una mayor presencia internacional en aquellas operaciones antiterroristas que deban llevarse a cabo. Más o menos ya hay emiratos del Golfo Pérsico que se están implicando y Jordania y Egipto parece que están por la labor por la cuenta que les trae. Creo que extender esta inciativa a más países es un buen hilo del que tirar. Es un hilo además que molestaría mucho a Rusia y China así que matamos dos pájaros de un tiro.La libertad de expresión no es negociable
En "ideas" añadir, lengua, color favorito, Kultur, etc.
Esta es una frase socorrida que vi por ahí. No tiene mucho que ver con el tema pero supongo que quien trata de racionalizar el terror vio en el ataque a la revista un ataque contra la libertad de expresión y esta frase entonces es una invocación a no ceder. Bueno, tengo malas noticias: la libertad de expresión sí es negociable.Si la libertad de expresión no se negocia, es decir, no se compila y normativiza, entonces no tenemos libertad de expresión. Esto hila con otra de las frasecitas insoportables que estuve viendo:
No existe el derecho a no ser ofendido
¿Cómo que no existe el derecho a no ser ofendido, pedazo de mendrugo? Una ofensa es una agresión y yo tengo el derecho a no ser ofendido. Dicho esto, aparece un conflicto entre dos bienes jurídicos a proteger: tu libertad de expresión y mi protección ante la ofensa. Y por eso necesitamos negociar la libertad de expresión y la protección ante la ofensa. Oiga, a mí no me parece bien que usted levante una pancarta en medio de la ciudad diciendo que Auschwitz era un parque de atracciones.
Y si alguien responde "puedes cambiar de canal/mirar hacia otro lado", yo digo que eso me sigue afectando porque algún vecino verá esa mierda y yo convivo con mi vecino y tengo que aguantar que en su cerebrito germinen esas ideas. Vivimos en una comunidad de intereses compartidos, de lazos entrecruzados y si la gente empìeza a tomar productos homeopáticos en aras de la libertad de expresión, al final eso repercutirá en una peor calidad de vida para mí. Por lo tanto sí hay que negociar los límites de la ofensa y los límites de la libertad de expresión. No entender esto es caer en el nihilismo que nos está matando.
Dicho esto, tengo que decir que aquí somos de una forma, tenemos ciertas coordenadas con las que jugar. Creo que lo que las religiones consideran blasfemia entra dentro del ámbito de la libertad de expresión con más fuerza que en el ámbito del derecho a no ser ofendido. Tú puedes tener una religión que obligue a los hombres a vestir sin calzoncillos, pero las leyes civiles jamás deben compilar la prohibición de llevar calzoncillos. En otros lugares esto funciona de forma diferente. Yo cuando entro en una mezquita o en un templo budista, me descalzo. No empiezo a gritar melonadas sobre la libertad de expresión. Coordenadas.
Lo de la islamofobia
Tras el atentado, islamófobos y bastantes no islamófobos enseguida levantaron las prevenciones habituales en este tipo de ocasiones. Prevenciones justificadas en parte pues siempre hay imberbes que se creen muy listos y que inciden en los beneficios políticos del atentado para quienes rechazan el islam.
En lugar de centrarse en la dolorosa derrota que para todos supone un atentado terrorista, se centran en la pequeña victoria del miedo. Es decir, le hacen el juego al terror. Ante esto, los islamófobos saltan con sus conocidas defensas dialécticas: "nos culpan a nosotros pero el enemigo reza a Alá". Vi el discurso de Le Pen post-atentado y la tía parecía la presidenta de la república (técnica Pablemos de moverse al centro). Asquito.
Sí, porque eso es lo que no hacen los terroristas. Eso es lo que nos diferencia y nos coloca en un altar moral superior. Es lo que nos da la razón y, junto a la infantería de marina, nos librará del terror.
Todo ese discurso de la derrota de Occidente, de cómo cedemos ante los bárbaros, de que no perdemos oportunidad de cagarnos en los pantalones, es muy sugerente y en ocasiones puntuales podemos hasta compartirlo. Lo que me parece paradójico del asunto es que Occidente está en plena forma.Ups, perdón.
Lo de la derrota de Occidente
Sé que no está de moda decir que Occidente está en plena forma, pero ¿os habéis dado una vuelta por el mundo últimamente? Nunca como hoy come tanta gente tantas veces al día. Nunca como hoy el Real Madrid tiene tantos seguidores, nunca como hoy las que conocemos como libertades banales han estado tan extendidas por todo el planeta. Pese a los rincones de oscuridad y dolor, un estilo de vida plural, tolerante y liberal se extiende por el mundo. Occidente, pese a que las malas noticias vendan más, está ganando. Nunca como ahora mismo hubo tantos chinos fastidiados porque les capen Internet. Nunca como ahora mismo hubo tantos pilotos de combate jordanos con ganas de repartir estopa a los terroristas.
Dile a estas kurdas que no salgan de la cocina, a ver qué te dicen.
Yo no niego las malas noticias. Se ha instalado en nuestra sociedad la idea de que tenemos la culpa de todo. Sin duda hay algo de verdad en esto: si no protegiéramos tanto nuestras coles y peras, probablemente nos podríamos ahorrar un poco de ayuda al desarrollo con lo que ciertos dictadores lo tendrían más dificil para permanecer en el poder. Si cada vez que los terroristas atacan a Israel le echamos la culpa a Israel por provocarles (recordad la minifalda de la mujer violada) en lugar de congelar la ayuda a los lugares que controlan los terroristas, los terroristas estarían menos motivados para volver a atacar. Tenemos el problema ruso, el problema de un laicismo tan militante que atonta (¿por qué los domingos son festivos?), el problema del relativismo, el problema de defender antes a la foca monje que al Homo Sapiens, tenemos un montón de problemas y los malos parecen que ganan por momentos. Conceder la victoria dialéctica parece que es conceder la victoria, pero no lo es.Eso no significa que haya que continuar, cada uno en su puesto, contra todos los que creen que su idea del mundo es mejor que la tuya o que su libertad es más importante que la tuya o que la libertad simplemente no tiene límites. O que la libertad se puede aplicar a todo lo que no son personas.
Un mensaje optimista creo que siempre es superior a un mensaje pesimista (sin que esto quiera negar la utilidad del pesimismo o del realismo por momentos). El Real Madrid, Scarlett Johansson y el cocido gallego están de nuestro lado. ¿Quién está del suyo? Prevaleceremos y prosperaremos.
Whatever it takes: