Tiempo de sembrar:

Por Negociosdelinterent

En una ocasión, mi hermana, vino a visitarme, y luego de conversar un rato, me dijo que tenía para regalarme semillas de gandules, que es un grano que es muy preciado en nuestra cultura culinaria. Yo las acepté con agrado. Ella se esmeró en explicarme, que ese día era el último día para poder sembrar las semillas, si quería que éstas dieran mucho fruto y las plagas no dañaran la cosecha.

Luego que nos despedimos, fui a mi limitado patio y sembré las semillas, siguiendo las instrucciones tal y como me fueron dadas. Pero mientras sembraba, el Espíritu Santo hablaba a mi vida. Repercutían en mi mente aquellas palabras… “hoy es el último día para sembrar’. El Señor me hablaba de tiempos de sembrar en lo espiritual y venían a mi memoria aquellos versos del libro de Eclesiatés 3:1-2.

1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora

2 Tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado,

Me hacía entender el Señor, que así como es importante conocer cuál es el momento apropiado para sembrar en el ambiente físico, para recoger un buen fruto, así de importante es saber discernir los tiempos apropiados para sembrar la preciosa semilla en el ambiente espiritual. Podía captar en mi espíritu la importancia de vivir cada día como si fuese el último día para sembrar. Es sembrar, aunque las situaciones que estemos viviendo sean adversas. Es sembrar sin importar las condiciones de terreno que tengamos al frente, Dios prepara el terreno para recibir la semilla que se ha de sembrar, y el crecimiento lo ha de dar Dios mismo.

Debemos ser sabios a la hora de sembrar en el ambiente espiritual, si queremos atraer otros hacia el Reino de los cielos, para que podamos cosechar almas dispuestas a caminar en pos del maestro y hacer en todo momento su voluntad, la cual está escrita en su palabra. Debemos no solo preparar nuestro corazón sino preparar los corazones de aquellos que habremos de alcanzar, para que en su momento, el fruto que se recoja sea uno apacible y lleno de bendiciones.

Sembremos la buena semilla, porque a su tiempo cegaremos si no desmayamos. . . . . Y caminemos hoy como si fuera el último día para sembrar.

Salmos 126:5-6 “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla, pero al volver vendrá con regocijo trayendo sus gavillas.”

Las lágrimas del creyente son símbolo del agua (la palabra de Dios) que riega la semilla para que en su tiempo pueda crecer y dar fruto abundante. Nuestra recompensa es evidente, nos gozamos en gran manera al ver no solo el favor y la gracia de Dios sobre nuestras vidas, si no también en las vidas de quienes Dios nos ha permitido sembrar la buena semilla.

Gálatas 6:7-10 (Lo que siembras eso cosechas), No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará,
porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y especialmente a los de la familia de la fe.

Bendiciones!