Tiempo de vida, Marcos Giralt Torrente

Por Mientrasleo @MientrasleoS



     "El mismo año en que mi padre enfermó publiqué una novela en la que lo mataba.
     He pasado días enteros, años, examinando a mi padre, y muy a menudo el resentimiento ha contagiado mi escritura. Me he vengado. Sin embargo, como leí en unas memorias de Amos Oz "Aquel que busca el corazón del relato en el espacio que está entre la obra y quien la ha escrito se equivoca: conviene buscar no en el terreno que está entre lo escrito y el escritor, sino en el que está entre lo escrito y el lector". mi padre me ha dictado muchas páginas, pero nunca he escrito sobre él. Eran otros padres, los padres de cualquiera."
     Hay libros cuya temática se antoja dura antes de ser abiertos, y aún así pueden resultarnos atractivos. O tal vez precisamente por eso. En este caso, @Offucatio me lo señaló y no pude resistirme a buscar entre las páginas del libro que hoy os traigo. Hoy traigo a mi estantería virtual, Tiempo de vida.
     En el libro el propio autor hace un recorrido por su vida relatando las ausencias paternas y también las cercanías. El relato nos lleva a un punto tan triste como inevitable, la muerte. Hasta la muerte de su padre Marcos nos conducirá por el tiempo que compartieron, la vida.
     Me gustó el comienzo del libro. Llegué, tengo que admitirlo, con miedo a que cayera en sentimentalismos buscando conmover al lector. Pronto vi que no se trataba de eso, y respiré con tranquilidad. Sin embargo la narración se diluye en una convivencia de padres separados en la que el autor/narrador es el gran protagonista relatando de forma coloquial su vida desde la infancia. Utiliza para ello repeticiones que le hacen ganar en cercanía y autenticidad, pero que provocan que pierda la elegancia con la que comienza.
Resulta curioso como, siendo nieto de Gonzalo Torrente Ballester, no tira de la fama del abuelo para ganar lectores contando anécdotas de una figura conocida. En realidad apenas si lo nombra mientras nos cuenta como sus padres pasan a vivir separados y su padre desaparece de su vida para realizar esporádicas visitas acompañadas de diferencias principalmente monetarias.
     Giralt Torrente busca un tema tan universal como difícil, la pérdida de un padre. Y lo hace desde la enfermedad y la tragedia sin caer en dramatismos, buscando enseñarnos la vida. Una vida que se empeña en convertir corriente cuando sabemos al leerlo que no lo es. De algún modo, mientras uno lee el libro, tiene una confusa sensación de estar ante un protagonista equivocado, como si el libro no tratara tanto de ese padre que fallece como del hijo que escribe. O tal vez sea yo que he tenido la suerte de no pasar por esa experiencia y me ha dejado incapacitada para sentir una corriente de solidaria empatía que dotara al libro de otro significado... no, no creo que sea eso. He leído Patrimonio de Philip Roth y las sensaciones fueron totalmente diferentes. Claro que comparar a cualquier escritor con Roth es ponérselo francamente difícil. En cualquier caso a mi se me quedó corto este libro, esperaba más.
     Esta vez es un tema difícil, incluso más que ayer, la pérdida de un ser querido no es un tema que agrade a todo el mundo. A vosotros por ejemplo, ¿hay algún género o temática que evitéis en vuestras lecturas?
     Gracias