Tiempo para Mí – Parte 3: ¿Mito o realidad?

Publicado el 03 octubre 2015 por Lola Lemans @lemanslola

La semana pasada tuve un par de esos días… intensos.

De levantarme cansada y a duras penas llegar a tiempo a la escuela del Pitufo y a la oficina. De que me pongan una conference call a la 1 de la tarde y no poder comer en paz. De tener que salir corriendo del trabajo para hacer la cena. De que el peque pidiera bis tras bis del show de cuentos y canciones que tengo que poner en escena cada noche hasta que se duerme. De planchar hasta darme cuenta exhausta de que el único Tiempo para Mí que me quedaba al fin del día… iba a destinarlo a dormir.

Entonces me plantée si el Tiempo para Mí existe en la realidad, o solamente en los cuentos de hadas cual unicornio púrpura, porque yo claramente no lo consigo experimentar. O peor aún: me encuentro con un rato al fin del día, y resulta que tengo tiempo, pero estoy tan cansada que no tengo ganas.

A mi 40 y poquitos años he asumido que no tengo las respuestas, pero cada vez me dan más ganas de hacer las preguntas: ¿qué es lo que hace que el tiempo invertido en una actividad califique como Tiempo para Mí? En otras palabras: ¿reconoceré al Tiempo para Mí por lo que auténticamente es, o iré por la vida llamando Tiempo para Mí a lo que no lo es?

Para darte un par ejemplo: Depilarte es una obligación, realmente hay mucha situaciones sociales a las que no puedes presentarte con pelos en las piernas o axilas. Y además, depilarte duele, vamos, que es una verdadera tortura. Llamemos a las cosas por su nombre, ¿en qué cabeza cabe llamar a la actividad “que me quemen con cera negra y me arranquen gritos de dolor con cada pelo” eufemísticamente “placentero Tiempo para Mí“?

En la cabeza de una pobre madre agobiada, me temo, estimada amiga.

Si tienes día tras día como los míos, encontrarte en un gabinete de estética donde una persona está dedicada a darte un servicio a ti, a prestarte atención y cuidado, ya es todo un lujo. Y si encima te hace sentir mejor, verte mejor, eso levanta la autoestima y yo personalmente, en este momento de mi vida, voy a agregarlo a la lista de Tiempo para Mí. Aunque hace 5 años irme a depilar era una obligación, hoy día es preciado, y precioso, porque bastante dinero cuesta aquí en Bélgica, y bastante planeamiento requiere encontrar el momento.

Esto me recuerda la frase de Einstein sobre lo milagros (“There are only two ways to live your life. One is as though nothing is a miracle. The other is as though everything is a miracle.”) Yo te la traduzco, y adapto: Tienes dos maneras de vivir tu vida, una es como si nada fuera Tiempo para Mí, otra como si todo fuera Tiempo para Mí.

Porque me puedes decir que la vida es una mierda, que no tienes tiempo para nada, que te abruman las obligaciones. Que el Tiempo para Mí no existe, que ir a la peluquería es simplemente cortarte el pelo, que darte un baño es simplemente lavarte, pero sentada, y que basta de chorradas y pelotudeces. Y te comprenderé… pero si me dejo llevar por esa visión negativa de la vida de madre y/o mujer que trabaja a tiempo completo, entonces apago la luz, me despido del blog, y me resigno a la frustración hasta que el Pitufo saque el carnet de conducir y se vaya de casa.

En cambio, prefiero mantener la esperanza de que una vida mejor es posible, prefiero pensar que todo es un milagro y que el día está lleno de Tiempo para Mí:

  • Esos 15 minuto por la mañana temprano en los que soy la única despierta y tengo opciones… o le doy snooze al despertador, o me tomo mi agua con limón en ayunas e improviso alguna meditación o pose de yoga
  • El trayecto en tranvía hacia y desde la oficina, durante el que puedo leer o escuchar música
  • La hora del almuerzo, esa hora por día que es completa, absoluta, exclusivamente para mí, ¡aleluya!
  • Cada vez que estoy en el trabajo y voy al baño sin que me vengan a interrumpir, o peor, a inspeccionar (“Mami, ¿por qué hiciste pis rojo?” – inserta emoji mortificado)

¿Ves que no tengo de qué quejarme? ¿Ves que mi vida está llena de Tiempo para Mí? ¡Soy una privilegiada! Y estoy segura de que tú también lo eres si te decides a mirar tu situación con un poco de buena onda, y actitud de apreciación y agradecimiento.

Dicen que en lo que nos enfocamos aumenta, y si sólo tenemos quejas y vemos todo mal, así seguiremos, o peor. Entonces te propongo la actitud, que quizás te suene naive, de ir por la vida aprovechando cada minuto libre, sacándole el jugo al máximo, y después haciendo alarde de él en plan “Hoy mi bebé durmió por 20 minutos seguidos y me pude lavar el pelo por primera vez desde que nació #Lujo #Indulgencia  #TiempoParaMí”.

Hay un lugar en las redes sociales donde semejantes alardes son bienvenidos y celebrados:el grupo de Facebook Club Más Placer, Menos Dieta. El grupo de mujeres que tenemos kilos de más porque terminamos el día frustradas con una caja de galletas frente a la tele. Nosotras necesitamos más que nadie aprovechar el tiempo con actividades que nos llenen de satisfacción, porque cuanto mejor estamos, mejor comemos y más energía para hacer ejercicio encontramos.

Por eso desde hoy mismo estoy cambiando las normas del grupo de Facebook Club Más Placer, Menos Dieta: sí, seguiremos compartiendo el registro de peso diario (las que se pesan), litros de agua bebidos, y minutos o pasos ejercitados, además de las fotos de las comidas. Pero más que nada, compartiremos, sin importar qué tan pequeño sea, nuestros Mimos Diarios, haremos alarde del Tiempo para Mí que hemos tomado.

Entre todas tenemos que inspirarnos y animarnos, es tan común en las mujeres no dedicarnos tiempo y atención a nosotras mismas, que necesitamos un grupo de apoyo para poder empezar a ejercitar un poco de sano egoísmo.

Volviendo a mi historia, después de los días intensos de la semana pasada, ocurrió un milagro: un amiguito invitó a mi Pitufo a jugar el domingo a su casa… ¡por dos horas seguidas! Fueron mis horas más preciadas: fui a correr al parque, y me di un baño de inmersión muy relajante. Y pude reconocer el tiempo empleado como legítimo Tiempo para Mí de una manera que de ahora en más me parecerá infalible: porque no me dio ganas de comer de más, porque no me di ningún atracón, porque cuando me serví pollo al horno con verduras, ¡no me serví patatas! Porque me sentí sana y con ganas de hacer cosas para sentirme más sana.

Ahora que he cambiado la actitud respecto del Tiempo para Mí, tengo que reconocer que esta semana he tenido otra hora muy productiva: fui sola a la tienda bio/orgánica, y me compré todo tipo de caprichos, desde té de hojas de frambuesas a chocolate crudivegano. Una hora destinada a un tipo de shopping que me hace sentir sana y bella – ¡otra idea para repetir!

De a poco he ido comprendiendo qué es el verdadero Tiempo para Mí: es el destinado a actividades que me hacen sentir relajada, mimada, y de buen humor. En otras palabras,a actividades que me hacen sentir mejor que antes.

Pienso usar este concepto para decidir qué hacer con mi escaso tiempo libre, por ejemplo si tengo dos horas libres por la tarde (¿qué me hará “sentir mejor que antes“: ver tele, ir a caminar o dormir una siesta?). Pero también lo usaré para otras decisiones, por ejemplo qué ordenar en un restaurante (¿qué me hará “sentir mejor que antes“: el salmón con verduras al vapor, o la hamburguesas con patatas fritas?).

Lo que necesito ahora son opciones para tener a mano, me encantaría compilar una lista de qué se puede hacer cuando tenemos 5, 15, 30 minutos libres, o un par de horas. Para que la mínima oportunidad de Tiempo para Mí no quede desaprovechada, y la use realmente para lo que me haga sentir mejor.

Para la parte 4 de esta serie sobre Tiempo para Mí… ¿me ayudas por favor en los comentarios, con ideas de qué hacer durante el tiempo libre para sentirnos mejor?

Desde ya muchas gracias, y nos vemos en el próximo post… ¡si algún alma caritativa invita al Pitufo pronto a jugar y me libera un par de horas del fin de semana!