Tiempo sin tiempo se podría considerar una continuación de Sed de venganza, vigésimo libro de la serie. En él nos presentó una trama nueva, alejada del panteón griego, hilo conductor de la serie, y nos acercó a las leyendas de las tribus indias americanas así como de los mayas. En su momento la trama ya me pareció algo confusa, aunque consiguió que fuéramos entendiéndolo todo poco a poco. Cerré el libro sin dudas. Bien, teniendo en cuenta eso, es natural pensar que la lectura de éste sería mucho más fácil, yo incluso releí dicho libro para así tener todos los datos más frescos. Pero no, no era necesario. Básicamente porque la autora nos bombardea con términos nuevos y raros, con continuas escenas del pasado, con personajes que actúan o se comportan de una forma muy distinta a la que ya conocíamos, ect. Sí que podría, más o menos, contar lo básico de la trama, pero quedarían muchos cabos sueltos que o yo no he entendido o la autora no ha cerrado como es debido. Una de las partes que más me han molestado es que no he visto un claro antagonista, sino varios postulantes a archienemigo de Ren, que al final no han conseguido el papel principal. Como digo un poco más arriba, la autora nos muestra continuamente, prácticamente a cada momento, flachbacks del pasado de Ren, ralentizando el ritmo de la historia continuamente. Además, muchos de ellos parecen de relleno y no aportan demasiado. Y algo incluso más molesto son los monólogos de ciertos personajes que destilan moralina por todos lados. Quien conozca a la autora sabe que de una situación dolorosa o difícil siempre extrae una frase o una enseñanza capaz de llegar al lector y emocionarlo, pero en Tiempo sin tiempo he tenido la sensación de que pasa de los preámbulos y nos suelta los mensajes directamente, a bocajarro, perdiendo naturalidad y resultando incluso tediosos. La trama tenía potencial con todo lo relacionado con el final del calendario maya y su reinicio, el posible apocalipsis si no se llega a tiempo, la humana destinada a salvar a todos sin ni siquiera saberlo, y muchas cosas más. Pero lo dicho, creo que tendría que haberlo dejado reposar más y colocar todo en su lugar correcto, eliminando personajes y profecías que no sé ni qué finalidad tienen en el libro. Ya sé que ahora mismo puede parecer todo muy negativo, pero no lo es, simplemente creo que es justo que resalte todo lo que no me ha gustado, y por eso comencé la reseña de la forma que lo hice. Por cada cosas mala que he mencionado nos encontramos con alguna positiva. De ahí que no suspenda el libro. Es una historia que engancha, entretiene y divierte, con una historia romántica bonita aunque apresurada. Ren es un hombre fuerte, no en vano es un cazador oscuro, pero que arrastra bastante traumas. Nuestra protagonista, Kateri, le ayudará a superarlos poco a poco y a creer en sí mismo. Ella es un pilar fundamental dentro de la historia, aquella con el poder para salvar el mundo, incluso siendo una total escéptica en un principio. Es la encargada de poner el toque irónico a la novela, algo que me encanta, ya que normalmente suelen ser ellos los que derrochan humor. También hay que mencionar la cantidad de personajes ya conocidos que hacen acto de presencia.
Es muy difícil, después de veintidós libros, mantener el nivel en una serie tan larga. Los Cazadores Oscuros llevan mucho tiempo dando guerra y seguirán haciéndolo durante mucho más, eso seguro. Por ello es inevitable que de vez en cuando alguna de las novelas bajen de nivel, o por lo menos no estén a la altura de las favoritas de los lectores. Sí es cierto que cada persona tiene sus preferencias y no siempre coincidimos en gustos, pero la mayoría nos damos cuenta, como es normal, de las carencias de ciertas historias, de los fallos en las tramas o de lo repetitivas de algunas escenas o personajes. Aunque claro, como buenos seguidores que somos, apreciamos también todo lo bueno de dichas novelas, aunque sean cosas insignificantes, y esperamos que el siguiente libro mejore; algo que siempre ocurre, todo sea dicho. Tiempo sin tiempo es para mí una de esas pequeñas decepciones. Sin embargo no puedo dejar de considerarlo una lectura correcta y amena, porque si hay algo por lo que destaca Sherrilyn Kenyon es por su capacidad de crear historias entretenidas y divertidas, independientemente de los defectos que podamos encontrar.
En conclusión, porque creo que ha quedado una reseña un tanto confusa, decir que no es el mejor libro de la autora ni de la serie. Tiene bastantes fallos y no nos proporciona -por lo menos eso creo- ningún tipo de información nueva al hilo general de la saga. No le veo demasiado sentido a no ser para entretener al lector durante unas horas, sin más. Y posiblemente esa sea la finalidad de Kenyon, así que, si es así, lo consigue. Un libro que gustará a los seguidores pero que seguramente -como es mi caso- no enamore.