Vivimos tiempos que para nosotros son nuevos, no así para la humanidad. Tiempos de cambio.
Sabemos que la historia es cíclica, que todo se repite y que de todo se sale. Este momento nos brinda una ocasión para salir de esta situación fortalecidos o vencidos, porque salir, saldremos.
Saldremos de esta fortalecidos si, como en las grandes ocasiones de la historia, esto se afronta desde un punto de vista nuevo, incluso transgresor. Pensemos cómo fueron los grandes cambios de la humanidad. Hay que cambiar la forma de pensar y la forma de actuar, lo que valía hasta hoy ya no vale.
A nivel político estamos dominados por una clase política, unos y otros, a los que no les interesamos lo más mínimo. Pero lo peor de todo es que no han tomado el poder por la fuerza, los hemos puesto nosotros. Cada cuatro u ocho años gobernarán unos y otros y a nosotros las cosas no nos irán bien, les irá bien a ellos, sólo a ellos. Somos imbéciles, pero estamos a tiempo de cambiarlo.
A nivel económico la situación, en la que nos han metido esta clase política y el poder económico, nos está asfixiando y lo estamos permitiendo. Hay que cambiar la forma de pensar y de actuar, insisto.
Este cambio hay que realizarlo en muchos ámbitos, para empezar desde el interior de todos y cada uno de nosotros. Hay que salir de nuestra zona de confort.
La zona de confort no es donde nos encontramos bien, sino el entorno que nos es conocido. Aunque no estemos bien, tendemos a permanecer en esa zona de confort porque ahí sabemos cómo son la cosas y esto nos impide intentar cambiar nada. Salgamos de nuestra zona de confort.
Algunos de vosotros sabéis que hace bien poco inicié la aventura de Zestas, veía que no podía esperar nada de nadie que ostentara el poder, que había que salir de la situación y que había que lanzarse sin red. Decidí salir de mi zona de confort.
Piénsalo. Plantéate si tú deberías hacer lo mismo, y no sólo me refiero al ámbito laboral. Si piensas que tienes que cambiar algo, hazlo ya. Debe ser terrible pensar dentro de diez años que hace diez años debí haber cambiado esto o aquello en mi vida. Piénsalo.
Te pido, por favor, que dediques siete minutos a ver este vídeo. Luego decide.
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Y tú... ¿Te atreves a soñar?