Autor: John Connolly
Edición: Tusquets, Barcelona 2018
«Años atrás, cuando trabajaba en una joyería, Jerome Burnel se convirtió en un héroe. Intervino para evitar un homicidio múltiple, pero en su empeño se destruyó a sí mismo. Su vida -familiar y profesional- se truncó, y él acabó embrutecido. Fuerzas desconocidas le humillaron, enviándolo a prisión por un crimen que no cometió. Cree que es cuestión de tiempo el que esas fuerzas acaben con él, pero antes de morir quiere respuestas, y recurre al detective privado Charlie Parker. Le habla de una misteriosa chica; le habla de los que lo atormentaban, y de una comunidad que se esconde en una empalizada en ruinas... Parker no es como los demás hombres. Murió, y volvió a nacer. Está listo para presentar batalla. Y se acercará, junto a sus viejos amigos Angel y Louis, a una misteriosa comunidad regida por el terror» (de la contraportada).
Sigo con Connolly porque quiero ver cómo acaba la historia de Charlie Parker, aunque sus libros llevan tiempo situados en un nivel medio. En cualquier caso, siempre me hacen pasar un buen rato. El malo en este libro es un grupo en el que se mezcla lo "religioso" y lo delictivo. Bastante animales todos, pero no tan tenebrosos como otros malos de Connolly. Una fugaz aparición del Coleccionista te recuerda que la lucha de Parker se mueve en dos planos: el de los vivos y el otro.