Tiene 17 años, es de San Antonio y lo contrató Universal Music: «Mi reggaetón irá de La Patagonia al mundo»

Publicado el 11 mayo 2024 por Piedraonline

Nicki Nicole subió a Youtube su primera canción, ‘Wapo Traketero’, y se fue a la escuela. Tenía 19 años y vivía en Rosario (Santa Fé). Duki, el líder del trap en el país, la vió y la compartió en sus redes, sus fans la viralizaron… y el resto es historia. A Gaby Records (que tiene 17 y vive en San Antonio, Río Negro) le pasó con Bandido, el reggaetonero estrella, que reaccionó a dos de sus temas (‘Butakera’ y ‘Dímelo’). Él lo contactó con Universal Music, y el 25 de abril el chico firmó un contrato. Ahora se viene el lanzamiento de un disco, que será el 25 de mayo. Justo ese día cumplirá 18. «Y el resto también será historia» aseguró, feliz.
Gaby se mueve lento bajo su remera gigante, y lanza brillitos para todos lados. Titila el strass de su pulsera, su cadena y su reloj. También le brillan los ojos, que se achinan a medida que sonríe. Y se le marcan hoyuelos debajo del flequillo, recto y despeinado. Tiene una seguridad que abruma, y una tranquilidad de estrella consagrada. «Yo soy así» afirma. «Caigo después. En Buenos Aires, cuándo viajamos a firmar el contrato, entré como si fuera mi casa. El lugar era inmenso, un edificio hermoso de 20 pisos, todo de vidrio, en Palermo. Después llegué al hotel y ví la funda en la que habían puesto los papeles. Tenía el logo de la disquera. Ahí caí, y me largué a llorar» confesó, emocionado. 

El algoritmo de las plataformas de internet (ese conjuro que puede conspirar a favor de nuevos contenidos) hacía rato que había puesto su radar en él. Por entonces sólo era Gabriel Rogga, y tenía 15 años. Fue en pandemia, y estaba a punto de definir su nombre artístico.

«Arranqué haciendo música porque me gustaba mucho lo que hacía Bizarrap, en sus sesiones y en sus recopilados. Exploré la teoría musical, lo que hay atrás de una canción. Y me largué» recordó.

Ese día lo planeó como un lanzamiento. Él le pondría música a la voz de su hemana Lucila (de 19 años en esa época, porque se llevan cuatro). Juntos compusieron la letra de un tema que se llamó ‘Vente’. Tras grabarlo se lo mandaron al streamer Oky (Octavio Appogh), que estaba reaccionando en vivo a distintos contenidos. «El video le re gustó. Lo estaban viendo 30.000 personas, y al toque recibimos 1.000 comentarios» contó Gaby.


Esa repercusión asustó a su hermana, que se sintió muy expuesta y no quiso volver a grabar. Tampoco hay registros de ese material, que ella borró de las redes. «A mí me pasó al revés. Ví lo que podía darse, y eso me incentivó».

La mala noticia es que seguían en pandemia, encerrados en la casa familiar. Y sin la complicidad de Lucila para ponerle el cuerpo y la voz a su música, el chico tuvo que animarse a más. «Primero no quería ser cantante, pero me tuve que largar».

Así nació ‘Cabrón’, el tema que subió a sus redes y multiplicó por cinco las reacciones que obtuvo su primera canción. Sobre el género que adoptó, contó qué «primero empecé haciendo trap, y después reggaetón, porque me quedaba bien. Les mostré las grabaciones a mis amigos y les gustaron. Entonces me dije ‘bueno, es por acá'».

Hoy define su música como «una fusión de melodías. Como si hubiera mezclado las baterías del reggaetón nuevo con las melodías del reggaetón viejo. Yo escuchaba a Daddy Yankee, Wisin & Yandel, Don Omar… Y por otro lado a Duki, Ysy, Bizarrap… Tomé mucho de ellos porque ví que estaban creando el género urbano acá. Antes, esa movida sólo estaba en Puerto Rico. Ellos la armaron en Argentina, y eso produjo una oleada de pibes que quisieron hacer música, porque les abrieron un camino».

Sus tres primeras canciones las registró rápidamente, y eso le permitió recaudar un dinero que invirtió en la producción de videos para su repertorio. «Fueron 100 dólares, pero los hice rendir» dijo.
A partir de ahora será Universal Music quien estará a cargo de todo. «Ellos mandan tus canciones a todas las instituciones de derechos de autor. No sólo las de nuestro país, te las registran a nivel mudial, y se encargan de que cobres en cada país, en todas las radios, en todos los boliches…»

Además la disquera garantiza la difusión y el márketing. «Cuando vos hacés un tema hay muchas tiendas digitales para subirlo y que se reproduzca. Por ejemplo Spotify, Youtube, Apple Music, Instagram y Facebook. Universal se encarga de algo que vos no podrías hacer solo, que es mandarle el tema a todas las plataformas digitales al mismo tiempo. Por ejemplo el día de lanzamiento de mi disco, el 25 de mayo, mis temas estarán sonando en todos lados. Por eso firmar con ellos fue como arrancar a jugar en primera, como entrar a las grandes ligas» se entusiasmó el cantante.

El disco se llamará ‘De La Patagonia Al Mundo’. «Son 13 canciones, la mitad inéditas. Hay mucha fusión. Tiene Hip Hop, hay reggaetón de la mata, que es el primer tipo de reggaetón que se hizo. También un poco de pop, y algo de mambo en el tema ‘Brindemos'» detalló.

Sobre las presentaciones en público reconoce que está ‘fogueado’. El año pasado tuvo varias, y en todas brilló. «Canté en la apertura de temporada de Las Grutas, en Playas Doradas (Sierra Grande) y después llegó la Fiesta del Golfo, también en Las Grutas. Ahí pude cantar con FMK, un trapero que la rompe. Fue una experiencia muy linda. Había como 40.000 personas. Me agarraron los nervios cuando subía los escalones, pero arriba del escenario se fueron. Sintiendo a la gente estuve felíz, lo viví como algo muy natural» recordó, sonriente.

Esa naturalidad le viene desde la infancia. Es que su papá, Alejandro, tuvo dos boliches históricos en la zona. ‘Reggaetón’, que funcionó en San Antonio, y ‘Margarita’, en las playas grutenses. Por eso, entre sus 5 y 9 años, Gabriel correteó entre consolas.

«A la tarde mis viejos iban a limpiar el boliche y me llevaban. Yo agarraba la consola y me ponía a tocar. Después sabía como prender todo, encendía los parlantes y tocaba«.

Su presente sigue lleno de música. Cursa sexto año en el Cet 19, una escuela técnica de la que saldrá maestro mayor de obras. Pero sabe que su futuro está en construir canciones. «Admiro a María Becerra, al Duki, a Bizarrap. Cuando arranqué mi inspiración era ser como ellos. Ahora quiero seguir explorando mi esencia. Ser yo mismo. No quiero parecerme a nadie» aseguró. (RN)