¿Tiene China lo que hay que tener para ser la próxima superpotencia hegemónica? (2)

Por Tiburciosamsa

3) Capacidad económica, incluyendo amplia disponibilidad de alimentos y recursos naturales. Este criterio creo que lo podemos subdividir en dos aspectos: 1) Capacidad productiva + infraestructuras; 2) Recursos naturales, distinguiendo básicamente tres tipos: alimentos; minerales; recursos energéticos.

Desde un punto de vista económico, el desarrollo de China en estos años ha sido impresionante. En la actualidad es la segunda economía del mundo, no obstante lo cual, el volumen de su economía es aún el 50% del de la economía norteamericana. En cuanto a su capacidad industrial, es el segundo productor mundial. Algunos sectores donde es el primer productor mundial: fertilizantes químicos, cemento, acero, vehículos.

Su dotación de recursos minerales es importante: carbón para dar y tomar (esto tiene el inconveniente de que se trata de una fuente de energía muy contaminante y su abundancia es un desincentivo para desarrollar fuentes de energía menos contaminantes), hierro, magnesio, mercurio, uranio, tierras raras, aluminio, oro (primer productor mundial desde 2007), diamantes (octavo productor mundial), plomo (primer productor mundial), zinc, estaño…

En cuanto a producción de alimentos, China es el principal productor de comida del mundo. También es el principal importador. Aunque su agricultura ha conocido un desarrollo espectacular en las últimas décadas, es posible que sus capacidades productivas estén a punto de tocar techo con la tecnología actual. Los factores que limitan sus posibilidades son: escasez de nuevas tierras que pudieran ser puestas en cultivo, lo que se ve agravado por los procesos de desertificación y, sobre todo, por la urbanización que se “come” tierras de cultivo; el agotamiento de los acuíferos, agravado por la contaminación de las aguas de muchos ríos.

Económicamente China clasifica como superpotencia, pero tiene una serie de debilidades fuertes:

+ Insuficiente producción de alimentos, que no parece que vaya a poder resolverse en el medio plazo. Es más, la situación podría empeorar por efecto de la contaminación, del crecimiento demográfico, del cambio climático y de los cambios sociales (como a los chinos les dé por comer tanta carne como a los norteamericanos, vamos dados).

+ A pesar de la riqueza de sus yacimientos minerales, China no cubre sus necesidades en muchos de ellos. En hierro, plomo, cobre y zinc las importaciones cubren al menos el 50% de sus necesidades. Otros minerales en los que es muy dependiente son el platino, el cromo y el níquel.

+ Más grave es la dependencia energética de China. En comparación con EEUU y los otros BRICs, China es bastante dependiente de las fuentes exteriores de energía. China ya es el segundo importador mundial de petróleo y subiendo. En 2004 sus importaciones equivalieron al 25% de las norteamericanas; en 2010 esa proporción fue del 40%. Esta dependencia además le causa una vulnerabilidad estratégica, dado que una buena parte del petróleo que importa debe pasar por dos cuellos de botella fácilmente bloqueables: el estrecho de Malaca y el Mar del Sur de China.

+ Aunque los productos chinos han progresado mucho en términos de calidad y tecnología incorporada, China todavía no ha logrado posicionar sus productos en los mercados internacionales como productos de calidad superior. Y es ahí donde uno obtiene los mayores beneficios.

En resumen, en el apartado económico China tiene lo que hay que tener para ser considerada superpotencia.

4) Alto grado de independencia en sus relaciones internacionales. No cabe duda de que China actúa con una grandísima independencia en la arena internacional. Un ejemplo se puede ver en su actuación ante la crisis de Siria, donde le ha importado una higa lo que opinase el 95% de la comunidad internacional y ha seguido apoyando al régimen de Bashir Al-Assad.

5) Una capacidad nuclear bien desarrollada. Este criterio me parece limitado. Las armas nucleares son un buen indicativo de la capacidad militar, pero centrar la cuestión en ellas es limitado y se deja fuera factores importantísimos como: proyección de fuerza; capacidades para la ciberguerra; nivel tecnológico del armamento de las FFAA; existencia de una industria de defensa propia…

Como potencia nuclear, China es modesta. Se le calculan un número de cabezas nucleares levemente superior al británico y por detrás del francés y ni pensemos en hacer la comparación con Rusia o EEUU.

En resumen, con las debidas matizaciones cabe decir que China puntúa en los cinco parámetros establecidos por Nossal. Ya he señalado que los parámetros hay que manejarlos de manera un poco crítica. Por otra parte, si nos ceñimos únicamente a los parámetros hay una parte de la historia que nos perdemos y son las debilidades de China y son éstas las que a medio plazo pueden hacer que China tropiece en su carrera hacia la hegemonía. Sus debilidades son:

1) El “poder blando” de China, un aspecto que Nossal dejó fuera de su clasificación. Aunque China haya mejorado en la proyección de su “poder blando” en los últimos años, me cuesta verla como un rival serio para EEUU. El modelo político alternativo a la democracia que ofrece China puede atraer a los Mugabes y Bashir al-Assad de turno, pero no me lo imagino moviendo a las masas. La poesía clásica china y Confucio tienen mucho encanto, pero no los veo destronando al cine de Hollywood y a los libros de autoayuda.

2) China carece de la red de alianzas estratégicas institucionalizadas que tiene EEUU: la OTAN, sus relaciones estratégicas con Japón y Corea del Sur, su cooperación militar con países como Egipto o Israel, etc. Lo más parecido a la OTAN que tiene China es la Organización de Cooperación de Shangai, que no es más que una pálida sombra.

3) Un problema tradicional de China es el de la tendencia a la fragmentación provincial cuando el poder central muestra signos de debilidad. Es lo que los chinos tradicionalmente han descrito con la expresión “las montañas son altas y el Emperador está lejos”. Lee Kuan Yew considera que ésta será la principal traba al ascenso hegemónico de China y lo que le impedirá realizar todo su potencial. Si incluso a día de hoy, cuando el gobierno central de Pekín es cualquier cosa menos débil, se puede percibir la tendencia de los burócratas provinciales a hacer de su capa un sayo, imaginémonos una coyuntura en la que Pekín se mostrase un poco titubeante.

4) Otro problema para Pekín, que EEUU no tiene, es la presencia de etnias con aspiraciones independentistas en sus regiones fronterizas, especialmente en Tibet y Xinjiang. La política de trasvase de poblaciones de etnia han a esas provincias para alterar los equilibrios étnicos impedirá seguramente que se produzca la secesión, pero el irritante persistirá durante muchos años.

5) Los problemas medioambientales de China dejan pequeños los de otros estados y ya se están revelando como una rémora al crecimiento. En mi opinión esto es sólo el inicio. Mencionemos unos cuantos problemas medioambientales: desertificación; contaminación de los acuíferos; contaminación del aire en las grandes ciudades…

Pienso que China tiene todo lo que hay que tener para ser una superpotencia. De hecho la pregunta de cuándo China se convertirá en superpotencia es errónea. China ya es una superpotencia. ¿La pregunta es entonces cuándo superará a EEUU? No, la pregunta es SI superará a EEUU. Mi respuesta es que no. Sus debilidades son demasiado importantes. EEUU puede estar en declive, pero su hegemonía en todos los terrenos es demasiado grande como para pensar que se vaya a convertir pasado mañana en un segundón. Mi apuesta es que para el 2030 EEUU seguirá siendo el Number One, aunque la distancia con sus competidores será mucho menor que la actual. ¿Y para el 2100? Quienes vivan para entonces que me lo cuenten.